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Educación

Autora: Gloria, voluntaria de Cogam Educación.
Actualmente soy una de las personas que se ocupa de nuestras redes, pero cuando entré al grupo, en 2013, empecé dando talleres en los institutos, que es lo que hace la mayoría de nuestro voluntariado.
Hoy os voy a contar mi experiencia a partir de varios momentos clave dentro de ella que todos los voluntarios y voluntarias viven para animaros a conocernos.
Algunas cosas no son exactamente mi experiencia, para reflejar cómo funciona hoy el grupo, puesto que ha cambiado un poco desde que yo empecé, pero en general sí y sirve como ejemplo.
¡Espero que os guste!

1. VOLUNTARIADO EN MADRID


Además, me parecía un tema interesante y necesario sobre el que hablar, así que elegí esta opción sobre otras, aunque al principio dude: no sabía si sería capaz de hablar durante una hora completa, si iba a estar bien con la gente del grupo…
Las razones que llevan a la gente a acercarse a nuestro grupo son muy variadas, desde querer comenzar el activismo, hasta hacer practicas de sus estudios o, incluso, conocer gente.

2. CONOCER AL GRUPO DE VOLUNTARIOS Y VOLUNTARIAS EN EDUCACIÓN.


Tardé un tiempo en decidirme a ir, pero al final, una tarde de jueves en la que me aburría, me decidí. La acogida, que se hace media hora antes de la reunión general, estuvo muy bien. Me explicaron cómo funciona el grupo, quienes eran los coordinadores… Y conocí a unas chicas muy majas, que comenzaban sus prácticas del Máster de Género.
En la reunión me enteré de que hay muchos grupos dentro del grande, y que se puede colaborar en cualquiera de manera libre. Desde investigación, comunicación, AMPAS, formación… Hubo algunos momentos en los que me perdí, porque es difícil saber de que hablan con tanta gente, pero en general fue interesante.
Después de la reunión, nos fuimos a tomar algo para conocernos mejor y me enteré de la amplia variedad de profesiones y procedencias el voluntariado, lo cual me tranquilizó, porque mi carrera no tiene nada que ver con el trabajo que se hace en el voluntariado.

3. IR A UN INSTITUTO POR PRIMERA VEZ


Fui a mi primer instituto como oyente, sin saber bien qué me iba a encontrar, aunque sí me había leído la Guía Talleres LGTB. Me tocó con uno de los voluntarios más veteranos del grupo, así que pude aprender mucho, y en instituto del centro al que él ya había ido muchas veces.
Recuerdo que me sorprendió lo interesados que estaban los niños y niñas y lo didáctico que descubrí que se podía ser, porque nos tocaron los cursos más bajos, de primero y segundo de la ESO y siempre es necesario ser más dinámico.
Por supuesto, me encantó la experiencia, aunque llegué a mi casa bastante cansada. y a partir de ahí intenté ir todas las veces que pude, aunque no eran demasiadas porque yo seguía estudiando.

4. LA FORMACIÓN PARA HACER VOLUNTARIADO EN EDUCACIÓN


Después de ir varias veces de oyente, pude hacer la formación global. En ella, todo el nuevo voluntariado, que habíamos llegado al grupo los últimos meses, estuvimos aprendiendo tanto la teoría que daríamos en los talleres, como dinámicas y consejos de cómo abordar las intervenciones.
Fue un día muy intenso, porque estuvimos formándonos desde las nueve de la mañana hasta las siete de la tarde. Fue enriquecedor, aunque también cansado, porque había muchas cosas que asimilar. Pero una la ocasión perfecta para conocer a los otros voluntarios y a  gente que llevaba mucho tiempo en el grupo, pues eran los que nos formaban.

5. IR A UN INSTITUTO COMO VOLUNTARIA RESPONSABLE

 
Tras la formación y haber ido unos días más con voluntarios más experimentados con los que me turnaba para dar los talleres, llegó un día que no había gente que pudiera ir de responsable. ¡Y me tocó! Yo estaba nerviosa, porque no es lo mismo ir sola que con alguien que tiene más experiencia, pero todo fue genial. Ya había ido muchas veces, así que sabía perfectamente lo que hacer.
Cuando llegué, me juntaron dos clases en un auditorio, cosa que sucede a veces, y tenía que dar a la vez la teoría y las dinámicas, que normalmente dividimos en dos clases que hacemos en dos semanas diferentes, así que fue un poco especial. Alterné lo que iba dando con juegos y descubrí que, cuando era yo la que organizaba los talleres, cogía técnicas de varios voluntarios y voluntarias con los que ya había compartido sesiones, dando lugar a un taller personal, pero con los elementos necesarios.
A partir de entonces, comencé a ir mas y a enseñar también a nuevos voluntarios, además de a aplicar muchos métodos que usamos con los y las adolescentes a mi entorno habitual, puesto que mucha gente discrimina las cosas que no entiende y si eres didáctico puedes disminuir mucho el grado de hostilidad.
Esta es, en general, mi experiencia, pero quizás lo más importante es el crecimiento personal que se consigue dentro del grupo, gracias a lo que aprendes y a la interacción con personas muy interesantes y con los adolescentes, que muchas veces sorprenden.
Si te ha gustado la idea, nos reunimos el segundo y cuarto jueves de cada mes y en febrero tendremos otra formación, así que es el momento perfecto para conocernos.
¡Te esperamos! Y si tienes preguntas, te contestaremos encantados si pones un comentario o nos preguntas a través de Facebook o Twitter.
+ info: educacioncogam.es