La Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Trans y Bisexuales considera que este documento daña la integridad de las personas LGTBI. Desde un punto de vista absolutamente tránsfobo, el documento carga contra lo que la Iglesia Católica reitera en llamar “ideología de género”, que es sencillamente tumbar las reivindicaciones de las personas trans y la libertad de vivir la propia identidad. El ala más ultraconservadora de la jerarquía de la Iglesia Católica vuelve a hacer gala de su transfobia, y la extiende además a las familias y a personas homosexuales y bisexuales.
El citado documento, que la Iglesia Católica considera “metodológico”, trata de “advertir del peligro” que supone hablar de identidades y diversidad LGTBI. Sus autores siguen incidiendo en rumores y mitos lejanos a la ciencia, en los que se reduce la sexualidad a lo meramente genital. La Institución sigue sin asumir los avances científicos y sociales en materia de diversidad y de identidad de género.
We are Church en Irlanda y New WaysMinistry en Estados Unidos, que son comunidades cristianas con largo recorrido y que acompañan a personas LGTBI, han sido instituciones que han denunciado la transfobia y la consecuente LGTBIfobia que emana de este documento. Otras comunidades y creyentes se han unido a estas voces que claman una Iglesia Católica más inclusiva , más cercana al Evangelio, a la sociedad y a sus necesidades.
El documento también cita que existe una «crisis educativa» en la sociedad actual y asegura que los debates sobre género pueden «aniquilar el concepto de naturaleza». E insta a tratar la situación como “emergencia” ya que con al hablar de diversidad LGTBI se pueden desdibujar “la figura de hombre y mujer”.
La FELGTB considera que este documento es un texto completamente LGTBIfóbico y que refleja la transfobia de un determinado sector de la Iglesia Católica, no del sentir general de católicas, católicos y católiques. Dicha transfobia se hace extensiva al resto de la realidad de homosexuales y bisexuales e incluso toca a las familias, ya que dicho documento indica en varias ocasiones el “peligro” que constituye hablar de la diversidad de género.
Desde el Grupo de trabajo de Fe y Espiritualidad de la FELGTB se hacen eco de las declaraciones de New WaysMinistry: “Al ignorar los nuevos entendimientos científicos de la identidad de género y al negarse a dialogar con las personas LGBT sobre sus experiencias de autocomprensión y fe, el Vaticano sigue en los Años Oscuros, promoviendo una falsa enseñanza que se basa en el mito, el rumor y las falsedades”. Óscar Escolano, el coordinador de este grupo de trabajo, comenta: “Desde los sectores más ultraconservadores de la Iglesia Católica se ha reducido la sexualidad meramente a lo externo, a los genitales, negando la evidencia científica que muestra que la identidad viene dada por nuestros genes, hormonas y configuración cerebral, no por la educación ni la imposición. Desde que cumplimos tres años ya vamos siendo conscientes de quienes somos. Nuestra identidad, como nuestra orientación afectivo sexual, están ahí desde que nos vamos formando. No cabe ninguna modificación a través de la educación”. Escolano comenta que lo realmente perjudicial son los armarios que muchas personas tienen que crear para ser aceptadas en una sociedad que aún guarda muchos postulados tránsfobos. Hablar de diversidad es dar la oportunidad a las personas que se están descubriendo que la identidad no se reduce a los genitales, sino que es mucho más rica y diversa. Lo que uno sabe que es y su derecho a expresarlo es plenamente acorde con el Evangelio.
Según Escolano, “la verdadera “urgencia educativa” es desterrar la transfobia creada por un término incorrecto y discriminatorio que es la “Ideología de género”. La lucha de los colectivos LGTBI siempre ha sido equiparar derechos y realidades. Decir que esta “ideología” pretende desnaturalizar lo que se entiende por hombre y mujer constituye un desconocimiento de la realidad. La identidad humana es diversa y la masculinidad y la feminidad no son términos unívocos. Y, por desgracia, se usan para discriminar. El documento adolece del rigor científico que debería tener un documento emitido por la institución eclesiástica , por lo que carece de toda credibilidad puesto que lo que postula contradice la evidencia científica”.
“Reducir la diversidad a términos rígidos binarios es desdeñar la riqueza de la naturaleza humana querida por Dios y negarse a dialogar con los colectivos LGTBI”. El Grupo de Fe y Espiritualidad de la FELGTB considera que es necesario ese acercamiento para eliminar de una vez por todas los prejuicios y hablar desde la experiencia de Fe y del activismo. “El Evangelio es inclusivo y jamás habla de discriminar. Jesús revolucionó la sociedad de su tiempo al juntarse con las personas desposeídas, marginadas y olvidadas. Estamos convencidas, convencidos y convecides que nos acoge y que hace suyos los colores del activismo. En el Jesús del Evangelio no cabe ninguna discriminación sino la escucha, el entendimieto, la empatía y el amor”, concluye Escolano.
Desde la FELGTB se exige a la jerarquía de la Iglesia Católica a retirar este documento y a seguir el ejemplo de otras Iglesias Cristianas que trabajan la inclusión y que cuentan con ministras, ministres y ministros LGTBI. Animamos al profesorado a hacer caso omiso de este documento y educar en la diversidad. Hablar desde la transfobia muestra un Dios lejano y malo, no el Dios del Amor del Evangelio. La Federación continuará con sus esfuerzos para trabajar la diversidad de género y a trabajar con las personas creyentes que en demasiadas ocasiones se sienten excluidas de sus comunidades por declaraciones de este tipo alejadas de la caridad.
Este documento no va firmado por el Papa Francisco. Desde la FELGTB le pedimos que lo retire y que abra cauces de diálogo y acogida a las personas LGTBI.
Grupo de trabajo de Fe y Espiritualidad de la FELGTB
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