Los colectivos de personas trans* y sus familias de Madrid celebran el viernes a las 18:00 en la Plaza Pedro Zerolo el Día Internacional de la Visibilidad Trans*. La jornada se celebra mundialmente desde el año 2009 para incrementar la visibilidad de la realidad trans* y elevar el conocimiento social de la discriminación que padece el colectivo. En esta ocasión, se han unido en la conmemoración del día en Madrid las organizaciones Afemtrans, Arcopoli, Chrysallis Madrid, Familias Trans*formando Cogam, Fundación Triángulo, Hetaira, Jóvenes Trans* Cogam, Respeta Trans y TransCogam.
Aunque el día oficial de celebración es el 31 de marzo, los colectivos han adelantado la fecha para evitar la coincidencia con las festividades de los próximos días. En la concentración conmemorando la jornada se leerá el manifiesto “Elegimos la visibilidad” y están previstas diversas actividades lúdicas, como la intervención del coro Voces LGTBI.
Este es nuestro manifiesto «Elegimos la visibilidad»
Hoy, queremos decir bien alto que las personas trans* y sus familias elegimos la visibilidad. Nos mostramos sin miedo porque queremos ser escuchadas, porque en en la oscuridad de los armarios no crece la vida, porque es nuestro deber seguir reivindicando, en honor de las que lo hicieron antes y para dar el testigo a las que lo harán después. Reclamamos el espacio que el cisheteropatriarcado nos niega y que no nos vamos a dejar arrebatar.
Cada día estamos más presentes, porque la visibilidad nos da fuerza y nos une en la reivindicación de nuestra identidad no cisnormativa. Somos mujeres y hombres, y también somos personas no binarias. Negar nuestra existencia no anula nuestra realidad. La aceptación social de quienes somos avanza, pero aún son muchas las barreras que nos separan de la plena igualdad. Elegimos la visibilidad como arma contra la discriminación, como instrumento de ruptura del círculo vicioso entre ocultamiento y transfobia.
Reivindicamos la existencia de la infancia y la juventud trans*. La realidad de las personas trans* menores de 18 años no debe ocultarse por más tiempo en nuestro sistema educativo. Deben ser escuchadas y respetadas, pero también la sociedad del futuro ha de ser educada en su conocimiento. El respeto del mañana nace de nuestro presente pero las instituciones siguen sin dar un paso al frente en la aceptación de sus responsabilidades, dejando los derechos fundamentales de nuestras niñas, niños, niñes y jóvenes expuestos a decisiones arbitrarias.
Reclamamos una diversidad real en el mundo laboral. Son demasiadas las personas trans* que se ven obligadas a elegir entre empleo y visibilidad. Denunciamos que la Administración ni garantiza nuestro derecho al trabajo ni crea puestos de trabajo para nosotres como colectivo vulnerable que somos.
Elegimos la visibilidad por las que tienen que ocultarse, por las personas trans* más vulnerables. Con nuestra visibilidad queremos denunciar las discriminaciones y situaciones de violencia de todo tipo que padecen por motivo de su identidad las personas trans* no binarias, mayores, migrantes, refugiadas, en situación de pobreza y las que acumulan otras causas de exclusión. Reclamamos en su nombre a las autoridades públicas que cumplan con su deber de proteger los derechos humanos para todas las personas, dedicando los recursos necesarios para ello.
Con nuestra visibilidad queremos ser referente para quienes aún tienen miedo a mostrar quien son. Nos preocupa especialmente la transfobia que parte de la juventud trans* sufre en sus propias familias, cerrando todas sus alternativas de vida y empujándoles al suicidio. Queremos decirles que estamos cerca de elles en el trabajo y los lugares de ocio, en los bares y en las instituciones, en los centros educativos y en la calle. Queremos junto a elles romper el círculo de silencio alrededor de la realidad trans*, porque las personas trans* y sus familias somos, ante todo, parte de esta sociedad.
Elegimos la visibilidad porque es la palanca del cambio social que reclamamos para vivir segures. Sin la lucha de quienes nos precedieron, los parlamentos del estado no estarían debatiendo las reformas legales que necesitamos las personas trans* y sus familias. Es particularmente urgente que se reconozca de una vez por todas la despatologización de las identidades trans* de toda edad. Pero no son menos necesarias las medidas legales para frenar nuestra discriminación en el sistema educativo, ante el derecho a la salud, en el mundo laboral y en todo ámbito de nuestras vidas. Y es necesario, después, que los gobiernos cumplan estas leyes, no como sucede en la Comunidad de Madrid actualmente.
Dicen en Chiapas que somos tan grandes como el enemigo que elegimos y tan pequeños como el miedo que le tengamos. Elegimos la visibilidad porque nuestra lucha contra la transfobia es infinita y porque no tenemos miedo.