Categorías
aceptarse homosexual COGAM Derechos LGTB diversidad F26D Identidad de género Mayores Mayores LGTB salir del armario Transexuales transexualidad

La “caída de los armarios” en las residencias para mayores: experiencias de una española en UK

    Además de antigua voluntaria y activista de COGAM, soy una de las españolas que en los últimos años se ha trasladado a otro país buscando mejores condiciones laborales y aprender algo de ingles. Sin ser muy original, lo reconozco, el destino elegido fue el Reino Unido; y por suerte para mi desde el primer día  he podido continuar mi carrera trabajando en el mismo sector que en España, que es el socio-sanitario, concretamente el de residencias para mayores. Y quería aprovechar esta especial invitación a participar en este blog para compartir con vosotrxs ciertas vivencias y reflexiones en relación al colectivo LGTB y su presencia en la sociedad inglesa.
    “Equality and diversity” (“Igualdad y diversidad”) es el título de una de las temáticas recogidas en la normativa escrita (“policies”) de mi centro de trabajo. Esta normativa constituye una guía que regula la actividad acerca de diferentes materias y suele estar basada en leyes de alcance nacional. En ella, además de figurar asuntos como “seguridad y salud”, “control de infecciones” y “movilización de usuarios”, encontramos también este otro aspecto que afecta a todxs y cada unx de lxs que traspasamos la puerta del edificio, especialmente a usuarixs y trabajadores. Equality and diversityda nombre también a una de las sesiones de formación interna que con carácter anual recibimos lxs empleadxs al fin de recordar y promover la igualdad y el respeto a los seres humanos por encima de cualquier condición como la edad, sexo, creencias religiosas u orientación sexual, entre otras. Y no es que se trate de una empresa dedicada o vinculada al colectivo LGTB; sino que en ella simplemente trabajamos personas que prestamos un servicio a personas.

  
    ¿Y os preguntáis de qué tratan las sesiones de formación sobre “igualdad y diversidad”? Bueno, pues para resumir deciros que lo que más me gustó fue la inclusión en uno de los videos de un ejemplo de un usuario transexual. Los videos planteaban distintos temas relacionados con la discriminación en el entorno laboral, expresados a través de breves episodios en los que se representaban situaciones hipotéticas en relación a residentes y empleados en un centro de trabajo similar al nuestro. Y me pareció un gran acierto incluir la transexualidad ya que lo considero un área en el que la estigmatización y discriminación están especialmente presentes  a causa del desconocimiento y falta de información. Cabe mencionar también en este punto, que uno de los colectivos protegidos por el Equality Act 2010, la cual es una ley de ámbito nacional, es el de las personas  transexuales,  haciendo referencia explicita a los casos de reasignación de sexo en su sección 7.
    Pero no, tampoco es que me haya sentado a escribiros para echaros una charla solo sobre el enfoque que el sector laboral británico tiene  a nivel teórico sobre el colectivo LGTB. El objetivo es más bien otro: manifestar mi ilusión y complacencia a consecuencia de ciertas experiencias vividas a nivel práctico; ideales anhelados de justicia, sensibilización  y cordura, que de repente he comprobado que existen también en esta parcela de la sociedad. Mas allá del hecho  de haber pertenecido a equipos de trabajo en los que se respetaba a compañerxs que estaban fuera del armario, quisiera destacar especialmente lo maravilloso y esperanzador que esta siendo conocer entornos en los que los usuarios del servicio, que se encuentran ya dentro del rango de la tercera edad como os decía anteriormente,  parecen disfrutar de su orientación sexual abierta y libremente. Ante situaciones de usuarixs mayores que no esconden tener una pareja del mismo sexo,  y por otro lado trabajadores que tratan el tema con toda normalidad,  me temo – y muy alegremente- que estamos hablando de  otro nivel. Otro nivel de desarrollo en el que el progreso llega hasta esos colectivos donde la realidad de las personas LGTB parece más invisibilizada.
    Con esto tampoco pretendo criticar los centros prestadores de servicios a mayores en España, entre muchos otros motivos porque hace tiempo que no trabajo en este país y prefiero no opinar sobre algo de lo que no dispongo información o experiencias directas actuales. Tan solo trato de poner sobre la mesa un excelente ejemplo de normalización del que seguro que muchxs tendrían que aprender. Por ejemplo esas sociedades en las que los derechos y libertades del colectivo LGTB parece que gozan de buen estado de salud gracias a un respaldo legislativo y a una población cada  vez más concienciada y educada al respecto; pero siendo ese aparente buen estado de salud  tan solo parcial.
    En mi opinión personal quizá no sea suficiente con pensar o escribir en una normativa (ya sea una ley de ámbito nacional o un protocolo de una empresa) que se promueve la igualdad y diversidad. Si se es LGTB-friendly, creo que además de serlo hay que parecerlo. Iniciativa y proactividad pueden ser buenas actitudes a incorporar por parte de esos centros para mayores que no lo están teniendo verdaderamente en cuenta; y empezar así contribuir a que las personas mayores tengan mayor certeza de que podrán seguir siendo ellas mismas también llegado el caso de vivir en un centro de esas características.
  Para terminar deciros a modo de curiosidad que esos ambientes laborales respetuosos que he conocido en UK, también destacan para mi por ser sitios superalegres, donde el personal esta de muy buen humor y las risas forman parte de la jornada siempre que se puede, entre el personal y también con lxs usuarixs; donde estos se arrancan a cantar espontáneamente….y lxs demás se le unen y de repente te encuentras en un comedor lleno de octogenarios cantando a capela en un concierto improvisado (verídico); donde también se ponen a bailar si se tercia…en…fin…a nice sense of freedom… diversas piezas de un mismo puzzle que parecen encajar bajo una especie de simbiótica interconexión. Hasta el gato parece el felino más feliz sobre la faz de la Tierra. Falta un cartel en la puerta principal  que diga: “Bienvenidxs a la nueva realidad”.
Cristina Jiménez Baños
Categorías
aceptarse homosexual contranatura creyentes LGTB delitos de odio Derechos LGTB diversidad LGTBFobia Mayores Mayores LGTB Rebeca Inut salir del armario sexualidad Visibilidad

Carta a una periodista

     Existen profesionales… Que lo serán…. Nadie soy yo para dudarlo… Que aspiran escribir un articulo sobre las personas mayores LGTB, como si se tratase de una estadística sobre la calidad de una telefonía móvil. Recibí una llamada de teléfono de una periodista que necesitaba hacer un reportaje, rápido, sin implicación, sin sentimientos…. Un reportaje «Charter»

     Pretendía la buena señora, una entrevista por teléfono, en la que debía responder a un cuestionario estúpido, para un articulo de un periódico de tirada nacional. Debía salir dicho articulo al día siguiente y según la periodista, debería demostrar, si existía la homosexualidad descubierta o reconocida después de los 50 años. No deseo por respeto a este colectivo de personas, describir el contenido de la conversación, pero si os contaré que le hice un ruego a la «reportera dicharachera» y fue que, desde mi personal opinión, debería tener un poco mas de empatía con estas personas y bastante menos soberbia. 

     Si querida periodista… Si… Existe un colectivo que «salió del armario» después de los 50 años. Un colectivo de hombres y de mujeres que han sufrido y aún sufren víctimas de sus propias realidades. Fueron considerados delincuentes, degenerados y enfermos hasta la década de los 80 y hoy todavía tienen difícil aceptación  en algunos círculos. Aún podemos escuchar «chistes de mariquitas» y descubrir miradas de desaprobación en algunos espacios sociales. Estos protagonistas de tu reportaje señora periodista, optaron la mayoría, por la invisibilidad en su juventudFue una generación de tristes hombres y mujeres escondidos en sus propias mentiras a las que alimentó el miedo. Sermones en púlpitos advertían sobre el pecado por ir «contra natura«, risas y burlas sobre el diferente, exclusión familiar y social… Emociones en definitiva, que fueron caldo de cultivo para que sentimientos de culpa afloraran en las personas homosexuales. 

     Otros, lucharon por su derecho a amar, recibieron palizas, se les echó de sus trabajos, se les señaló en sus barrios y se les sacó de una sociedad que les pertenecía, mientras sentían la culpa de la vergüenza familiar. Entraron en cárceles sin haber cometido mayor delito que amar a alguien de su mismo sexo y algunos murieron por la rabia y la intolerancia de otros. Este panorama alentado por una sociedad conservadora y ultra católica que aún colea en la actualidad, disuadió a muchas personas homosexuales a reconocerse y a aceptarse. Tanto en el entorno rural como en el urbano coexisten personas que aún sufren el estigma de años de vacío, de incomprensión, de rechazo… En las grandes ciudades es mas fácil perderse y pasar inadvertidos, pero en los pueblos pequeños, donde todo el mundo se conoce y no puedes esconderte de las miradas de la gente, el trato  al  diferente,  es un  dardo envenenado que excluye.


     
     A pesar de este camino de obstáculos de vida, poco a poco y acompañados de muchos miedos y ansiedades, existe un colectivo que tímidamente va «saliendo del armario« Explicaciones a hijos ya mayores, confesiones ante su propio espejo… Reconociéndose…. Respirando cuando el aire apenas llega a tus pulmones, debido al peso de la culpa por ser distinto y formar parte de un colectivo maldito durante décadas.


     Es un colectivo que tímidamente comienza a ver la luz, a atreverse, a asomarse, a ser ellos mismos, a empoderarse y tomar las riendas de su vida. Es un colectivo de personas homosexuales que se está encontrando, que está confluyendo en un camino común y amable y que solo pretenden ser «ellos mismos« Es un colectivo que lucha contra la heteronormatividad, un colectivo señora periodista, que clama porque per
sonas como Ud. no presupongan, juzguen, osen, se atrevan y nos marquen «la hoja de ruta» sobre como «abandonar nuestro armario.«

     Solo eso, señora periodista… Casi nada…..!!!!!!!


Rebeca «El Ave Fénix»
BLOG «El Ave Fénix es Rebeca»

Categorías
COGAM Gay Marta Pascual Mayores LGTB salir del armario sexología sexualidad Visibilidad

ADOLESCENCIAS TARDÍAS

Hombres y mujeres homosexuales de diferentes edades unidos por una vivencia común, una nueva etapa en la que se encuentran que les hace sentirse extraordinariamente bien o no: su adolescencia tardía.
    ¿Qué ocurre cuando uno tiene 40 años, o 50 o 60 y decide que por primera vez se va a dar la oportunidad de ser aquella persona que en realidad es? No es que se sienta poseído por una nueva identidad sino que esa que permaneció amarrada, oculta en su interior se abre camino y siente el permiso para expresarse por fin.

    Cuando ese sentimiento llega lo hace con una fuerza imparable y ni la propia persona es capaz de frenarla. Puede que despierte por un estímulo exterior, algo ocurre fuera que te desequilibra y tomas conciencia de que el momento ha llegado. Puede ser una persona, un hecho o una experiencia vital que te lleva a plantearte qué quieres vivir y quién quieres ser… por fin.
    No importa el cómo sino el dónde nos coloca. La emoción y las ganas de vivir por fin tu identidad, de dejar de ser tu mayor desconocido y empezar a ser tú crea una activación interior que te arrolla y te catapulta al exterior. Y aquí empieza todo. Es una etapa nueva, de descubrimientos, de búsquedas y de nuevos códigos. Quieres relacionarte, conocer a tus iguales y formar parte de ellos. A la vez quieres sentir y experimentar todo aquello que tanto negaste. Sentir el deseo, expresarlo, vivir las atracciones por el otro y también los enamoramientos, preparado para todo lo que tenga que venir.
    Esta nueva etapa es un momento de revolución y de transformación vital y como todos necesita de un tránsito. A veces es vivida como el paso de un extremo a otro como quien se pasa toda su vida a dieta y un buen día se da el permiso para quitar la restricción… quiere probarlo todo, olerlo, sentirlo, digerirlo… Puede que le lleve al otro extremo, es normal el paso de un extremo al otro y puede que entonces tenga atracones e indigestiones varias… aprenderá a comer, sin duda, es un proceso que requiere de un tiempo.
    Como tal adolescencia es un momento de búsqueda de identidad y de conductas que tienen que ver poco con la razón y mucho con la autoafirmación y las emociones.
    Puede darse expresiones que tienen que ver con la exaltación, las ganas de experimentar, ensayo y error,  que se traducen en relaciones breves y cambiantes, bajo nivel de compromiso, apertura a tipos de relaciones nuevas, enganche a estímulos fuertes y excitantes, relaciones basadas en la admiración e idealización por el otro… ¿no nos suena todo esto realmente a adolescencia?
    Hombres especialmente de 40 o 50 años que empiezan su vida como gays y rompen con todo. Abandonan viejas estructuras y redes para crear nuevas que se lanzan a conocer a otros hombres, maduros o jóvenes con quienes  celebrar  la asunción de su nuevo estatus. Que no salte ninguna alarma, no creemos estados de excepción… todo lo que les está pasando es absolutamente normal. Las experiencias son regalos que nos trae la vida y por más ridículas o extremas que parezcan, todas tienen sentido.
    Tienen que ver con mecanismos adaptativos que se producen como respuesta a procesos internos muy profundos de cambio. La única dificultad puede ser que nos quedemos ahí, que nos identifiquemos tanto con esa etapa que sintamos que ese es nuestro lugar.
    Igual que la adolescencia da el relevo a la etapa adulta así entiendo que estos hombres y estas mujeres que en ella se encuentran un día pasarán a la siguiente y la recordarán con la chispa que tuvo.
Avanzar como siempre es lo importante, pero hacerlo desde lo vivido y experimentado, sin negar nada y aceptando cada tiempo como viene y con lo que nos ofrece.
    Cuando pase la agitación y la tormenta llegará la pausa y el cielo abierto para crear nuevas relaciones, nuevos vínculos y para sentir que estamos en nosotros y que estamos realmente vivos. Adelante con ello.
Por Marta Pascual – Sexóloga y Psicóloga
Espacio Sexológico
Perfil Facebook
Categorías
Bisexuales diversidad F26D Federico Armenteros Gay Lesbianas Mayores LGTB Rebeca Inut sexualidad transexualidad Visibilidad

CENTRO SOCIO-EDUCATIVO DE MAYORES LGTB

    En momento de falta de proyectos ilusionantes, donde pareciera que estamos en las trincheras resistiendo que pase el chaparrón y que podamos salvar algo de la quema, la llegada de aire cálido, fresco y amable nos anima y sobre todo nos hace pensar, acercarnos para comprobar si es real, impregnarnos de su espíritu y salir con nuevas fuerzas.
    La apertura de la Sede Social de la Fundación 26 de Diciembre, está siendo un acontecimiento importante para todo el colectivo LGTB-H. Esta situación nos colma de alegría al demostrar que todavía hay gente buena y con ganas de cambiar el mundo, una tarea ardua y compleja pero que, pasito a pasito, algunos locos/as lo consiguen. Aquí viene la frase de nuestro Constantino Cavafis:
 “Solo quien tiene sueños tiene la posibilidad de poder verlos realizados.”
    Si era un sueño, un sueño que empieza a despertar, a pasar del mundo del deseo al mundo real; el poder disfrutar de los sueños darles formas, acunarlos, darles nombres……….momentos que te llenan de satisfacción, porque no estábamos locos como te decían, éramos unos ilusos…..pobrecitos……….en estos momentos no somos importantes………dedicaros a otra cosa…….pero con eso ya se contaba. Toda idea, proyecto que no se ajusta a la norma, es como si estuvieras nadando contra corriente, como si  te ponen palos en las ruedas.
    El disponer de un espacio independiente sí que te hace libre, libre y responsable a la vez. Un espacio de construcción, abierto donde podemos planificar, diseñar, pensar, discutir, preparar como queremos que este sea. Participar es la palabra clave, somos parte activa y entre todas y todos vamos a construir un lugar de activismo, visibilidad, creatividad, ayuda mutua, de respeto de proyección, un espacio que nos va a representar, un lugar para educar, encontrarnos y es curioso que sea de mayores, esas personas que se nos condenaba a esperar “el último viaje” como nos dice Machado, nos juntemos y con esas pocas fuerzas, la pongamos al servicio de lo común y consigamos todo un vendaval, que descoloque ideas, pensamientos y murallas construidas por la ignorancia.
    Tampoco es extraño que estas generaciones de personas mayores retomen esas fuerzas, pues lo han vivido ya en sus carnes: lo malo,  la persecución, el miedo, la cárcel, el armario…….; y lo bueno: la ilusión, los cambios, los derechos, la participación en el proceso de cambio social, el saber de primera mano la fuerza que podemos tener si nos unimos si tenemos proyectos, sueños, ganas de dejar huellas, de decir que he vivido y quiero seguir viviendo, participando, aprendiendo, creciendo como persona que soy, para conseguir aquella felicidad que durante siglos nos han intentado robar, poniéndola en otro lugar y no, sabemos que está aquí.
    Estamos construyendo la felicidad, sí, una felicidad del día a día, el tener una mano amiga que te ayuda a destruir la soledad obligada, un espacio para compartir, acoger, apoyarnos y aprender. Si eso va a ser este  espacio que, como hay que ponerle nombre le llamaremos Centro Socio-Educativo de Mayores LGTB-H, ahora falta el apellido y esperamos que algún mecenas nos ayude económicamente a acelerar el proceso que ya está en marcha.
    Tener un espacio donde nos encontramos, compartimos desayunos, charlas, comidas, actividades, organizamos campañas, trabajamos las artes escénicas, recuperamos a compañeras y compañeros que fueron pioneros y abanderados de la visibilidad de nuestra orientación sexual y de género, que tuvieron que pagar un alto precio y que nos siguen entregando su saber hacer, cantando, bailando y contando que es un lujo ver como se arrancan a cantar y nos ofrecen todo su arte, y ahí  es cuando  se nos pone la carne de gallina y le damos nuestros más intensos y agradecidos aplausos, esos aplausos que hacía mucho tiempo que no escuchaban.

    Esta nueva experiencia depende de todas y todos nosotras en que llegue a buen término, implicándonos, según nuestras posibilidades, en una palabra: apoyándola. 
Por Federico Armenteros
Presidente de la Fundación 26 de Diciembre
http://www.fundacion26d.org/
Categorías
Bi COGAM Gay Gay Inform Información_LGTB Lesbianas Mayores Mayores LGTB Transexuales Visibilidad

La invisibilidad de los Mayores LGTB

Cuando una persona quiere mostrarse a los demás, intenta que se manifieste lo mejor de sí mismo, su lado bueno, sus mejores cualidades, físicas, y de todo tipo de valores, deseando,como mínimo, caer bien a la primera. Los mayores no podemos ser competitivos con los jóvenes, en una sociedad en la que la buena imagen física, la belleza juvenil es primordial. Los mayores LGTB nos dejamos ver poco, pero… ¿se nos desea ver? Digamos que esto es, también, cosa de dos. La mirada del otro, pasa de largo, casi siempre, sea directamente o a través de una cámara fotográfica o de vídeo sin pararse en los mayores.

“SOMOS INVISIBLES Y ADEMÁS NOS HACEMOS INVISIBLES”

A la generación actual de mayores LGTB, las libertades conseguidas por tan larga y densa lucha de nuestros colectivos nos han llegado algo tarde, cuando teníamos demasiadas cicatrices de miedos, persecuciones, discriminaciones familiares, escolares, laborales, cuando no detenciones policiales o penas mayores. Iniciamos nuestra vida en medio del oscurantismo, y de la represión total, del rechazo social a nuestra orientación sexual, desde  la niñez. La consecuencia natural es intentar pasar desapercibido tanto estando solo como en grupo. Todos hemos elaborado nuestros mecanismos de defensa para poder seguir viviendo y no deseamos perderlos, lo cual conduce a la soledad, sobre todo, porque, por ley de vida, nos han desaparecido nuestros familiares e incluso los amigos más queridos.


La mayoría de nosotros no hemos construido nuestra propia familia, vivimos solos  y de la soledad se puede iniciar un camino peligroso, incluso, hasta el  abandono de nuestro propio cuidado personal. Por eso, tal vez, necesitamos más que nadie una mano amiga, que no nos rechace por nuestra doble condición de mayores y de pertenecer al colectivo LGTB…

¿Cómo se puede conseguir esta ayuda? ¿Quién va a comprender a cualquiera mejor que un similar? ¿Con quién se puede estar relajado, sereno y a gusto aunque sea en una mínima relación de camaradería? Con el semejante, con quien no es preciso justificarse, ni competir, solamente estar, es decir con otras personas de nuestro colectivo que posean unas características afines.

Aplicando los porcentajes de la escala de Kinsey a nuestros Mayores, se obtiene que somos, en nuestra Comunidad de Madrid, varios miles de personas LGTB, unas viven solas, muchas, por cierto; otras tantas residen muy armarizadas, en el trasfondo de un armario muy oscuro y profundo, en el que no existe el más mínimo lazo de unión ni de solidaridad con nadie. Hay quien puede tener alguna enfermedad, o discapacidad más o menos severa. ¿Con quién hablan? ¿Con quién se relacionan? Solamente una minoría, muy minoría, está sociabilizada entre sus compañeros LGTB…


Estos son unos pocos matices de la invisibilidad del Mayor LGTB, como el de no creernos nosotros mismos las libertades conseguidas o el temor a que no nos puedan ser aplicadas a nuestra propia situación  y, el miedo al rechazo de nuestro entorno más próximo.
Es el momento de intentar paliar esta problemática.

LOS MAYORES LGTB… TAMBIÉN EXISTIMOS

Con nuestras deficiencias pero también con muchas ganas de seguir contribuyendo a la sociedad y más concretamente a las personas de nuestro colectivo, a hacernos visibles, no solo en pequeños grupúsculos sino como el número importante que somos, es decir conseguir el EMPODERAMIENTO de los Mayores LGTB, y que por fin un día, no lejano, desaparezca esa situación que tanto daño nos hace la INVISIBILIDAD.

Por Ramón Arreal
Coordinador del grupo de Mayores de Cogam