Vivimos en una sociedad en la que cada vez están más aceptadas las relaciones entre personas del mismo sexo. Pero algo que de por sí es una buena noticia ha tenido como contrapartida que cada vez haya una menor reivindicación de las orientaciones sexuales distintas a la heterosexualidad. En las mismas calles de Madrid no es raro ver parejas de chicos o chicas expresando su amor con libertad, algo que hace treinta años solo se podía soñar. No hace falta que estas parejas nos digan su orientación sexual, nosotros ya vamos a asumir que son gais o lesbianas, pero… ¿es esto realmente así? No, al igual que tampoco tienen por qué ser heterosexuales todas las personas en pareja con alguien de otro sexo.
La diversidad humana goza de un amplísimo espectro de afectividades más allá de la homosexualidad y la heterosexualidad, algo que puede resultar complejo de denominar por medio de nuestro lenguaje. Debido a esta complejidad, en COGAM y en las demás entidades pertenecientes a FELGTB definimos bisexualidad de una forma muy abierta acuñada por la activista Robyn Ochs en 2010: La bisexualidad es la orientación sexual de quienes sienten atracción sexual, emocional y/o romántica hacia personas de más de un género y/o sexo, no necesariamente al mismo tiempo, de la misma manera ni con la misma intensidad. Esto implica que las personas bisexuales podemos sentirnos atraídas hacia personas cis, personas trans (incluyendo personas de género no binario), personas intersexuales etc. más allá del binario hombre-mujer. Por supuesto, hay otras orientaciones no monosexuales como la pansexualidad o la plurisexualidad con distintos matices. Pero en este artículo no vamos a profundizar en este tema.
Entonces, si existe la bisexualidad… ¿Por qué asumimos que las parejas que nos encontramos en las calles de nuestra ciudad están formadas por personas homosexuales o heterosexuales pero nunca bisexuales? La respuesta a esto se encuentra en el monosexismo, una estructura social que todos tenemos más o menos interiorizada y que solo contempla que las personas puedan sentirse atraídas hacia un solo sexo o género. Por eso hay una permanente falta de información sobre la bisexualidad en nuestra sociedad y esta ignorancia es la raíz de la bifobia, es decir, el conjunto de sentimientos y comportamientos negativos hacia las personas bisexuales. Debido a que el monosexismo afecta a toda la sociedad, la bifobia está presente en todos los niveles incluyendo los colectivos de personas LGT y las propias personas bisexuales.
Sí, a nosotros también nos afecta directamente la falta de información sobre la bisexualidad en nuestra sociedad. ¿Cómo vamos a reafirmarnos en nuestra propia orientación sexual si no sabemos que es siquiera una opción válida? Este autodesconocimiento está agravado por el hecho de que a día de hoy no hay apenas personas españolas con peso mediático que se declaren bisexuales y que puedan servir de modelo a quienes estén descubriendo su bisexualidad, del mismo modo que Jesús Vázquez o Boris Izaguirre sirvieron de modelo para muchos hombres homosexuales en su momento. Afortunadamente sí hay algunas personas de nuestra sociedad que han hecho visible su bisexualidad como la escritora Lucía Etxebarría o el bailaor Joaquín Cortés. Al principio de este año, Paco León afirmó en televisión que cuando conoció a su mujer él tenía novio. ¡Y en horario de máxima audiencia! Sin embargo, más tarde negaría ser bisexual en varias entrevistas ya que rechaza las connotaciones binarias de la etiqueta pero aun así fue un gran gesto de visibilidad.
Tampoco es fácil encontrar referentes bisexuales en la cultura. La ficción televisiva de nuestro país ha dado personajes homosexuales memorables como fueron Mauri y Fernando de Aquí No Hay Quien Viva o Irene Larra de la exitosa El Ministerio del Tiempo. Sin embargo, todavía no ha habido ningún personaje bisexual para el recuerdo. En EEUU la bisexualidad tiene cada vez más presencia en la televisión pero a través de personajes en los que no se puede confiar, con tendencia a la infidelidad, con carencia del sentido de la moralidad y con claras tendencias autodestructivas (GLAAD et al)¹.
Y es que estos estereotipos son una de las formas más comunes de bifobia, al mismo nivel que la negación de la existencia de la bisexualidad. Es más, la existencia de la bisexualidad esa menudo reconocida para mostrar una imagen estereotipada de la misma, en muchos casos muy alejada de la realidad. Por ejemplo, la sociedad asume de partida que las personas bisexuales somos promiscuas, viciosas, o no monógamas. Y pese a que estas tres cualidades no son algo negativo (ya que cada uno es libre de hacer con su vida lo que quiera), que sean atribuidas a las personas bisexuales por el mero hecho de serlo sí que lo es. No es raro encontrar personas bisexuales que hayan sido rechazadas por sus amantes porque tener una pareja bisexual les genera una gran inseguridad debido a la creencia de que siempre va a echar de menos algo del otro sexo. Otro caso muy común es que las personas bisexuales son a menudo consideradas homosexuales en el armario que todavía no han aceptado su “verdadera” orientación. Las mujeres bisexuales además, son muchas veces tratadas como un mero objeto de deseo para los hombres heterosexuales debido a que en el imaginario patriarcal la fantasía del trío del hombre con dos mujeres está muy presente.
Este cúmulo de situaciones bifóbicas fruto del monosexismo y el patriarcado son la causa de que la bisexualidad sea la orientación más estigmatizada de todas. Y este estigma provoca entre otras cosas que las personas bisexuales nos sintamos menos cómodas con nuestra propia orientación que gais o lesbianas² o que seamos menos propensas a salir del armario³. Cosas que en definitiva, nos hacen ser menos felices 4
Para luchar contra esto una de nuestras mejores armas de las que disponemos es la reivindicación de nuestra propia existencia. La simple afirmación “soy bisexual” (o pansexual, plurisexual, etc.) es la mejor forma que tenemos para que la sociedad sepa que estamos ahí y es el primer paso para conseguir una sociedad menos ignorante y menos monosexista.
Este año 2016 ha sido declarado Año de laVisibilidad Bisexual en la Diversidad por FELGTB y es una oportunidad de oro para que las personas bisexuales seamos visibles. Es el momento de decir “aquí estamos” y que toda la sociedad escuche. Y todavía más importante, es el momento de mostrar mediante nuestra visibilidad que la bisexualidad es una opción válida, que no tiene por qué ser una fase y que no tenemos por qué ser como esos estereotipos dictan que seamos. De esta manera se contribuirá a que otras personas bisexuales acepten su orientación y con el tiempo también se hagan visibles. Tenemos que ser conscientes de que hablando abiertamente y con naturalidad de nuestra orientación no sólo estamos hablando de nuestra vida privada, estamos poniendo en marcha toda una maquinaria social que poco a poco nos irá dirigiendo a una sociedad con más libre de bifobia. Cuando reivindicamos la bisexualidad, también estamos reivindicando la riqueza de la diversidad humana, algo que contribuirá a que otras realidades de la diversidad sexual y de género todavía desconocidas (asexualidad, géneros no binarios…) puedan abrirse paso en la sociedad y visibilizarse.
Por todo esto el 23 de septiembre de 2016 las personas bisexuales estaremos reivindicando nuestros derechos en las distintas ciudades de España. El pasado Orgullo fue un momento histórico que marcó un antes y un después en la percepción de la bisexualidad en nuestro país. Hagamos que este 23 de septiembre también lo sea. CELEBRA CON NOSOTRXS EL DÍA DE LA VISIBILIDAD BISEXUAL. VIERNES 23 DE SEPTIEMBRE NOS VEMOS A LAS 20H EN PZA. CALLAO!!!
Carlos Castaño Rodríguez
Coordinador Grupo Bisexuales de COGAM y miembro del equipo de trabajo del Año de la Visibilidad Bisexual en la Diversidad
@carlcr_
Conoce nuestro «Decálogo Año VisibilidadBisexual 2016«
Referencias:
1. GLAAD -Where we are on TV Report 2015: http://www.glaad.org/whereweareontv15
2. Adaptation to Sexual Orientation Stigma: A Comparison of Bisexual and Lesbian/Gay Adults. Washington University (2007)
3. “Open University Bisexual Report”. MegBarker, Rebecca Jones, Chistina Richards, Helen Bowes-Catton and others.
4. Supporting and Caring for our Bisexual Youth. Human Rights Comission (2014)