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Senderismo

Canal del Manzanares (Madrid)

Canal del Manzanares (Madrid)

14 de diciembre de 2019

 

ORGANIZAN: Jorge García

MEDIO TRANSPORTE: Salimos en coches particulares compartiendo coches y gastos de gasolina. El trayecto de ida y vuelta son unos 42 kilómetros.

DIFICULTAD: Media     KMs: 20    Nº MAX. PLAZAS: 25 (presencial y Meetup)

LUGAR Y HORA DE SALIDA: Nos encontramos en la salida del Metro de Valdecarros, línea 1 a las 9:00. 

En coche iremos hasta Rivas, dejamos los coches en la Escuela Nacional de Protección Civil y iniciamos la ruta.

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Derechos LGTB

La sexualidad como mecanismo de control social

El capitalismo nos ha aportado numerosos aspectos positivos. Por ejemplo un mayor número de bienes y servicios de los que disfrutar. Sin embargo este régimen actual contiene una serie de dogmas que todxs en sociedad deberíamos seguir. Aquí entra el choque con el colectivo LGTB+ al no ajustarse al dogma de la sexualidad correcta.

Si cada una de las personas en sociedad actuase según le pareciese, la humanidad sería quizás mucho menos predecible y más peligrosa. ¿Los poderosos nos quieren tener controladxs?

A través de la cultura vemos como normales comportamientos que llevamos a cabo sin cuestionarnos. Al actuar así contribuimos a reforzar esta cultura. Aquí se incluiría la sexualidad, como expresión que incluye a los dos únicos posibles tipos de cuerpo (el del hombre y el de la mujer, dejando fuera a los intersexuales), la única correcta orientación sexual (heterosexual, dejando fuera homosexuales, bisexuales, pansexuales…) y  la identidad de género sana (cisexual, dejando fuera a los transexuales).

Una vez más debemos recordar que lo normal no existe. Que este control social que en ocasiones nos limita, y que ha sido insertado en nuestras mentes desde bien pequeñxs, puede quedar absolutamente anulado si desarrollamos nuestra autoestima; si comprendemos que la diferencia es la esencia y belleza del individuo; que no estamos solxs, que hay mucha gente como nostrxs; y buena parte de los que no lo son están dispuestos a querernos con nuestra particular esencia si nos levantamos cada día con valentía mirando al mundo con una sonrisa.

Fran 

Voluntario Servicio de Información LGTB+

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Derechos LGTB Transexuales

¿Cómo eliminamos la transfobia?

La lgtb-fobia más intensa es la denominada transfobia, que destruye la vida de los sujetos integrados en la realidad trans, a la que pertenecen todes aquelles cuya identidad de género no se ajusta a la norma, por identificarse con el género contrario al sexo asignado o con uno diferente a los dos tradicionales masculino-femenino (se incluirían aquí las diferentes modalidades de género no binario).
Los gays, lesbianas y bisexuales rompen las normas de orientación sexual. En cambio, les trans lo hacen con las de identidad de género. Pareciese que violar estas últimas reglas fuese más grave en términos sociales. No es que te atraiga quien no debe hacerlo, sino que no te identificas con el rol social que te ha sido asignado. La desviación se hallaría en la persona misma (en el ser), y en el homosexual o bisexual se hallaría en el deseo, en el lugar hacia donde enfocamos nuestra atracción erótica.
La manera de organizar la sociedad de manera monosexual en hombres y mujeres conlleva para algunos unos privilegios sociales, que amenazan a todes aquelles que pretendan cambiar dichos valores. Les trans resultan ser un verdadero peligro, y como consecuencia sufren castigos procedentes de los que les rodean, tanto en sus entornos más íntimos como en contextos sociales más amplios. Algunos se sienten autorizados para ejercer cualquier tipo de violencia física, discriminación, insultos, exclusión o abandono sobre este colectivo. Muchos de estos maltratos ni siquiera son denunciados, por ello se desconoce la magnitud real de este panorama hostil, aunque se sabe con certeza que es considerable y que las consecuencias de la transfobia son muy graves.
¿Por qué la sociedad debe decirnos cómo vivir nuestra propia vida si no hacemos daño a nadie? ¿Por qué se nos obliga a transitar por determinados comportamientos que van en contra de nosotres, a tener determinados gustos, a no poder cambiar nuestro cuerpo? Si el mayor experto en la vida de uno es un mismo, ¿qué hacen las normas sociales amargándonos la vida, llenándonos en muchas ocasiones de soledad, aislamiento y falta de apoyo?
Como bien se establece en el libro Transexualidades (Platero, 2014), la intensidad de la transfobia se acentúa en les adolescentes o jóvenes adultos y en las mujeres. Les primeres son siempre mucho más vulnerables por su corta edad, viéndose abocades a abandonar los estudios o a sufrir una autoimagen de rechazo. Les segundes acostumbran a dedicarse al trabajo sexual ante la falta de alternativas, pues el empresariado, en un ambiente lleno de prejuicios tránsfobos y sexistas, puede permitirse marginarles debido a la ausencia de políticas públicas de inserción laboral.
Este problema no goza de un gran reconocimiento como cuestión social o política, sobre todo si se compara con los derechos de las mujeres en general o de otras situaciones como el racismo o la diversidad funcional. En los casos en los que se han producido intervenciones asistencialistas, tratando de paliar los efectos negativos de esta fobia, se ha visibilizado a las personas trans como un problema, provocando una estigmatización importante. Por otra parte los medios de comunicación tampoco ayudan al reproducir imágenes simplificadas, repetitivas y morbosas de este colectivo, creando un imaginario social que influye en las creencias sociales que tenemos acerca de estas personas.
La solución definitiva pasa por transformar la percepción cultural, que va más allá de que ciertas leyes consigan ciertas cuotas de igualdad, alcanzando un valor positivo en la diversidad, un reconocimiento del valor de lo otro, de lo distinto a uno. Es ésta la denominada prevención primaria, que requiere de apoyos sociales relevantes y visibles de las personas que tienen la capacidad de influir sobre nuestra manera de pensar y sentir.  Sin embargo, las pocas acciones dirigidas a combatir la transfobia que se realizan por parte de las administraciones públicas y las organizaciones sociales están enfocadas en un segundo plano, la prevención secundaria, que consiste en reconocer que ya hay personas que experimentan un rechazo transfóbico, generando acciones para reparar esta violencia, como puede ser el cambio de nombre y sexo en los documentos oficiales. Esto se considera una manera errónea de proceder. La prevención primaria es la más barata y su estimación de costes/beneficios es más positiva. Es ahí donde debemos focalizarnos, siempre sin olvidar que esta prevención primaria tampoco será efectiva sin el necesario abordaje secundario.

Fran
Voluntario en Información LGTB+

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Senderismo

Sierra de La Almenara (Robledo de Chavela-Madrid)

Sierra de La Almenara – Robledo de Chavela (Madrid)

Sábado 30 de noviembre de 2019

 

ORGANIZA: Javier Guerra

MEDIO TRANSPORTE: Salimos en coches particulares compartiendo coches y gastos de gasolina..

DIFICULTAD: Media    KMs: 16     Nº MAX. PLAZAS: 35 (presencial y Meetup)

LUGAR Y HORA DE SALIDA: Quedamos en la salida del metro Puerta del Angel a las 8:45. Iremos a Robledo de Chavela por la M-501. Desayunaremos en la cafetería Tanfany’s que está a la entrada de Robledo, frente a la gasolinera

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Jesús Herrero Velázquez (17/05/1944 – 27/10/2019) Creyente, Visible, Activista y LGTB.

Una semana triste ha caído sobre los creyentes y espirituales LGTB de Madrid y de diferentes partes del mundo.
Jesús Herrero ha fallecido.
Nació casi al final de la Segunda Guerra y creció dentro del franquismo. Nació 46 años antes de que, el mismo día de su cumpleaños, se declarara “Día Internacional contra la Homofobia, la Transfobia y la Bifobia”. Estos avances aligeraron un poco el peso de la homofobia internalizada.
Como el nos ha contado en una de las tantas entrevistas nacionales e internacionales en las que ha participado: «Acepté mi orientación ya casi con 60 años. Me habría gustado envejecer junto a alguien pero no podía decir: ‘Mi novio’. Era ‘el amigo con el que vivía’. Cuando ya no tuve que esconderme más resultó que ya era anciano».
Los siguientes 15 años de vida caminó superando muchísimas barreras, externas e internas, pero la discriminación sufrida durante tantos años por ser LGTB fue un aguijón en la carne que continuo acompañándolo.
Pero Jesús también descubrió la fe y el amor de, y hacia, Jesús de Nazaret. En otra entrevista nos dijo: “Es tan «religioso como marica», asegura. Estudió Filosofía y Teología en un seminario de Francia, su sueño era ser misionero en África pero le expulsaron por ser gay: «Me dijeron que era muy nervioso. Sutilezas». Su orientación sexual fue durante décadas como vestir de luto y guardar silencio.”
Como LGTB se acerco tímidamente a Cogam (Colectivo Gay de Madrid) pero una luz que ya había crecido en su alma también le demandaba atención. Su ser creyente le pedía la reconciliación con su orientación sexual. Fue entonces que comenzó a participar de la Iglesia de la Comunidad Metropolitana en España (Una Iglesia cristiana lgtbfriendly con más de 400 comunidades en 40 países y que recién comenzaba su incursión en España). En ese tiempo a cargo del Pastor Brian y con poquísimos participantes. Era el comienzo de su visibilidad y activismo como creyente LGTB. Años más tarde acompañado por el Pastor Alejandro, y con toda la ilusión, se haría Diacono de esta comunidad.
Jesús desarrolló un activismo de pequeñas cosas y de presencia. Se definia como cristiano, ecuménico e intereligioso (Todxs tienen su lugar en la casa de Madre y Padre). “Mi espiritualidad es un pequeño dialogo, un pequeño contacto, una pequeña oración sin más trascendencia y luego una acción a través de ciertos grupos de los que formo parte” nos decía.
Conoció y se incorporo a Crismhom (Cristianos/as de Madrid homosexuales +) donde desempeño un importante trabajo en las comisiones de acogida, ocio y cultura y, fundamentalmente, en la comisión de Liturgia. No había celebración o evento donde Jesús no estuviese desempeñando esos trabajos que se hacen tras bambalinas. A quienes lo conocimos en esa época nos parecía que en él se encarnaba la palabra: “… que no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha”.
También siempre había una palabra para aquellos llegados por primera vez. Pero sus “verdaderas” palabras también tenían destinatarios específicos: “No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos”.
Reconocía a los turistas espirituales de aquellos sedientos de fe y, sin discriminar, daba a cada uno aquello que necesitaba.
Era un ser con pinchos que escondía un alimento sabroso. Ya tenía una edad y una acumulación de sufrimiento que le ayudo a desprenderse del deseo de agradar, de las ideas de “santidad perfeccionista” y de tener que dar explicaciones a los demás. Ser quien realmente era fue su forma de caminar en su larga noche del alma.
Sus ojos se encendían, dejando traslucir su alma, cuando hablaba de las cosas de “su” Jesús de Nazaret y de la vida espiritual. Sabía encender el mismo espíritu y compromiso al alma que lo escuchaba. No solo consejos sino también collejas educando así al alma de quien lo escuchaba..
Fue hijo, hermano, tío, tío abuelo, padrino, etc. y fue «padre espiritual» de aquellos que lo rodeaban y a los que él se abría para entregar las “perlas”. También fue «madre» dando casa y comida a varios LGTB que eran perseguidos por su orientación sexual.
Siendo un mayor LGTB de Madrid, apenas abrió sus puertas la Fundación 26 de Diciembre (orientada a los mayores LGTB), fue uno de los primeros en sus filas y eventos. Así es como llevo las celebraciones de I.C.M. a la Fundación los días domingos.
Casi al mismo tiempo comenzó a aportar con su presencia a las actividades de la Sección Espiritualidad de Cogam. En los talleres de los domingos en la F26D, en la Iglesia Evangélica Española, en la sede de Cogam. Pero su mayor voluntariado en esta asociación fue tras bambalinas: aconsejar, marcar pautas, influir ánimos.
Cuando I.C.M comenzó a participar con la Iglesia Evangélica Española (I.E.E.) también Jesús Herrero ocupo un lugar allí. Y hasta una semana antes de su fallecimiento el banco del fondo de la Iglesia de la calle Noviciado 5 contó con su presencia los domingos.
Creyente, Visible, Activista y LGTB son pocas “etiquetas” para esta alma grande en el cuerpo de un hombre anciano.
“Acéptate. Sé quién eres. De hecho es aceptar la voluntad de Dios que te hizo así, que te quiere de esta forma.” – nos decía.
La muerte no es el final. No se extraña a quienes se ama. Se llevan dentro.
Hoy Jesús Herrero Velázquez nuestro recuerdo y agradecimiento por tu constante visibilidad creyente y tus aportaciones a diferentes asociaciones LGTB.
Os dejamos con sus palabras finales en cada celebración que organizaba: “QUEREOS MUCHO, NO DESCUIDÉIS LA ORACIÓN, ESTAD ATENTOS UNOS DE OTROS».

Sección Espiritualidad de COGAM