Categorías
Bisexuales COGAM delitos de odio Derechos LGTB desmovilización LGTB FELGTB Gay Inform Identidad de género Jesús Generelo Lesbianas LGTBFobia Matrimonio igualitario Transexuales VIH

Los sueños (colectivos) se hacen realidad, sigamos soñando…

    Hace unos días un amigo se lamentaba de la desmovilización que la obtención del Matrimonio Igualitario había provocado entre la población LGTB. La sensación de que la igualdad ya está lograda y la pérdida de objetivos concretos parece que está desmotivando a mucha gente y las asociaciones no pasan por sus horas más boyantes.

    Aunque hay algo de cierto en esta percepción, me permití y me permito disentir del análisis. No sé si del análisis de mi amigo o del análisis que esa gente puede estar haciendo para alejarse del movimiento LGTB.

    Que el Matrimonio Igualitario o la llamada Ley de Identidad de Género –que sí nos han dado la igualdad simbólica y la dignidad- no han traído por completo la igualdad real es constatable en el día a día. Entre los numerosísimos delitos de odio que se producen al año en España, el mayor porcentaje se produce por orientación o identidad sexual. No lo digo yo, sino el Ministerio del Interior.  Aunque las y los adolescentes LGTB viven su sexualidad con mayor libertad que los de hace algunos años, un número muy elevado de ellos sigue sufriendo acoso en los centros educativos. Muchos no cuentan con el apoyo de la familia, ni con una mínima información o apoyo por parte de sus educadores. Algunos, no pocos, visualizan el suicidio como la única solución a su soledad y su sufrimiento. Tampoco esto lo digo yo, sino los múltiples estudios que se pueden consultar en las webs de COGAM o la FELGTB. Las personas transexuales siguen sufriendo las injusticias de un sistema sanitario que no las atiende completamente, luchando en un mercado laboral que una y otra vez las expulsa, escapando de un sistema educativo que las ignora… El VIH sigue invadiendo nuestra comunidad sin que se tomen serias medidas para prevenir su avance, especialmente grave entre los jóvenes; las personas seropositivas (muchas de ellas hombres gais o bisexuales y mujeres transexuales, no lo olvidemos) sufren un estigma dolorosísimo y muy arraigado  en la comunidad LGTB. ¿Qué sabemos de nuestros mayores? ¿Tienen cubiertas sus necesidades en una sociedad que ni siquiera los nombra ni les garantiza una residencia en la que puedan compartir habitación con sus parejas?

    Así podríamos seguir durante horas, desgranando las múltiples desigualdades que las personas lesbianas, gais, transexuales y bisexuales seguimos sufriendo en una sociedad que ha hecho bien los deberes legislativos pero que todavía tiene déficits importantes en la puesta en marcha de un respeto profundo por las diversidades. Al fin y al cabo, ¿es posible erradicar en un puñado de años una discriminación y un estigma seculares?


   Pero si lo que necesitamos es fijarnos unos objetivos concretos para comprender por dónde pueden ir los avances en los próximos años, para establecer con precisión cuáles deben ser las medidas que afecten de manera positiva a mejorar la vida de las personas LGTB y, por tanto, nuestra sociedad, estos ejemplos pueden servirnos:

  1. Ley integral de transexualidad. La legislación conseguida en Andalucía, y en menor medida en Canarias, País Vasco y Navarra, marca el nivel legislativo que necesita la población transexual en todo el territorio español. Uno de los sectores de la sociedad española con mayor riesgo de exclusión requiere una legislación que lo proteja en el ámbito laboral, en el educativo, que le garantice una atención plena, rigurosa y nada patologizante en el sistema público de salud, en los servicios sociales, etc. Sin excepciones, sin dejar de lado a las/los menores o a las personas inmigrantes.
  2. Ley antiLGTBfobia y de protección de los derechos de las personas homosexuales, bisexuales y transexuales. Una ley que clarifique, ordene y concrete los mecanismos de defensa  de la población LGTB en todos los campos, que penalice cualquier discriminación por orientación o identidad sexual, que invierta la carga de la prueba para que no sea extremadamente difícil –como es ahora- demostrar una discriminación lgtbfóbica. Una ley que implemente, igualmente, mecanismos para investigar la discriminación, para vigilarla, para acercar el conocimiento de la legislación a las víctimas. Que cree, en definitiva, un observatorio contra la LGTBfobia. Una ley como la que ya ha sido aprobada, por ejemplo, en Cataluña.
  3. Un pacto social contra el VIH y el estigma que lleva asociado. ¿Cómo un país con un sistema público de salud desarrollado puede admitir millares de nuevas infecciones anuales cada año? Sencillamente, porque el VIH/Sida no es contemplado como una cuestión de estado a pesar de la imparable progresión de la infección. Si, además, atendemos a la situación de estigmatización que afirman sufrir quienes viven con el VIH, resulta inverosímil que ese pacto no esté ya sobre la mesa a pesar de las reiteradas demandas por parte del movimiento LGTB.
  4. Plan educativo por la atención a la diversidad sexual, de género y familiar en el sistema de enseñanza y contra el acoso y la violencia por orientación o identidad sexual. Si la LOMCE ha supuesto un retroceso en la ya de por sí retrasada legislación educativa en lo que a atención a la diversidad se refiere, un plan urgente es necesario para paliar esos retrasos y evitar la situación de violencia estructural que padecen los menores LGTB.
   Valgan estos cuatro ejemplos, estas prioridades entre otras necesidades, para dar sentido a la participación en los colectivos que trabajan por la igualdad y contra la discriminación por orientación o identidad sexual.

    El trabajo que queda por delante es ingente. Y podrá lograrse si continuamos trabajando en red desde el interior de la FELGTB, la organización que ha conseguido aunar a las principales organizaciones del país, que ha potenciado sus voces y sus demandas. COGAM y FELGTB han hecho historia en estos últimos años y deben seguir haciéndola. Porque esa igualdad legal con la que soñábamos, se ha convertido en realidad. Trabajando de forma solidaria, desde la lealtad y la generosidad, como siempre ha sido y como no puede ser de otro modo.

    Por todo esto y por mucho más – como espacio de socialización, como impulsor de cultura, ocio, intercambios, información, apoyo mutuo, empoderamiento, etc., etc.- una comunidad como Madrid necesita ahora igual que ayer un colectivo como COGAM, y el estado español necesita una federación como la FELGTB. Y eso solo se logra con la participación colectiva. Con tu participación.

Jesús Generelo
Secretario General de la Federación Estatal de Lesbianas, Gais, Transexuales y Bisexuales (FELGTB)
Categorías
artículo 175 Auschwitz Bisexuales COGAM Gay Holocausto homosexual LGTB Mayores nazis Pierre Seel raza aria triángulo rosa Visibilidad

¿En qué hemos avanzado?

    En estos días se conmemora  el setenta aniversario de la liberación por parte del ejercito rojo del campo de concentración de Auschwitz-Birkenau, situado en la actual Polonia a cuarenta y tres kilómetros de Cracovia, fue un complejo de campos de concentración, tres principales y 39 subalternos en el que murieron un millón cien mil personas del millón trescientas mil que estuvieron allí, el 90% Judios, pero también gitanos, homosexuales, prisioneros de guerra…., durante los cinco años escasos que estuvo abierto el complejo. La cifra exacta de los que allí murieron no se conoce, algunos estudiosos la cifran en millón y medio.
    Cuando los soldados rusos liberaron Auschwitz encontraron dos mil ochocientos diecinueve prisioneros, ciento ochenta de ellos eran menores de ocho años. Los demás habían sido obligados a huir hacia el oeste andando, abandonando por el camino a los enfermos y débiles, con lo que se liberaron un total de siete mil seiscientas personas.
    En la República de Weimar (Alemania entre 1919 y 1933, es decir desde la caída del Imperio hasta la llegada del tercer Reich) el código penal alemán condenaba las prácticas homosexuales masculinas por medio del articulo 175 (creado en 1871 y vigente hasta 1994) pero la presión policial era baja y las grandes ciudades y sobre todo Berlín fue más liberal con numerosos cabarets y clubes nocturnos para homosexuales. En esta época hubo una gran libertad de prensa. Pero todo empezó a cambiar en los años veinte con agresiones a homosexuales. Se intento derogar el articulo 175 y cuando casi se había logrado en 1928, incluso se hizo un comité parlamentario al efecto con representantes de todos los partidos políticos que votaron a favor de presentarlo en el Reichstag, el hundimiento de la bolsa de New York  (crisis de 1929) dio al traste con el proyecto de ley.
  En azul oscuro, juzgados por «homosexualidad» – Artículo 175
  En 1936, Heinrich Himmler jefe de la S.S., creó una división especial de la Gestapo para coordinar la lucha contra la homosexualidad. Fundamentalmente aplicando el articulo 175 y enviando a muchas personas a cárceles y hospitales psiquiátricos.
   Los homosexuales, en los campos de concentración,  debían llevar un triángulo rosa invertido como marca, que era considerado la casta más baja dentro de los campos lo cual implicaba una alta tasa de mortandad entre ellos, de ahí que muchas Asociaciones lLGTB actuales tengan como símbolo un triángulo rosa invertido. Sin embargo hubo muchos homosexuales que llevaron el triángulo verde invertido, lo que significaba que eran considerados presos comunes y también algunos otros colores dependiendo de los campos en los que estuvieran. El número de homosexuales enviados a los campos de concentración estuvo entre cinco mil y quince mil en todos los campos de Alemania.
    Los homosexuales fueron el último colectivo en ser admitido como víctimas del nazismo en 1985 y Alemania tardo hasta 2002 en anular las sentencias nazis y solamente las anteriores a 1945 y fue en ese año cuando el gobierno Alemán pidió disculpas a la Comunidad homosexual.
    Muchos de estos homosexuales eran franceses que habían sido deportados al ser provincias alemanas. Muchos de ellos fueron entregados a los perros de las S.S. para que los devorasen, pocos fueron los que pudieron dar testimonio de estas atrocidades, muchos no se atrevieron a contar sus experiencias, pero Pierre Seel (1923-2005) dejó constancia escrita de lo vivido por él en el campo de Schirmeck-Vorbrück en 1941. El pensamiento nazi consideraba que la homosexualidad era un delito porque impedía la reproducción de la pretendida “raza aria”.
    A día de hoy hay varios países en los que se ejecuta a homosexuales, en otros son encarcelados, azotados, etc. Todos hemos visto imágenes en los medios de homosexuales colgados de gruas en Irán. Hay otros muchos países en los que la homosexualidad no es delito, pero debemos estar pendientes de estas situaciones para que desaparezcan y que no se conviertan en algo habitual en determinados países.
    Ahora, en dos mil quince, hemos visto impactantes imágenes de dos homosexuales arrojados al vacío desde un séptimo piso en la ciudad Iraquí de Mosul, su delito: ser homosexuales.  Son las formas de actuar del nuevo Estado Islámico (ISIS). No cabe duda de que tenemos que condenar estas conductas y hacer las acciones pertinentes para que esto no se vuelva a producir y no solo con los homosexuales, también con  otras formas de represión y otros colectivos de personas perseguidas.
    Hace unos días se celebró en todo el mundo el Día Mundial de Holocausto con la presencia de lideres de muchos de los países implicados, en España se hizo un acto en el Senado, presidido por el Rey. 
    Sin embargo yo me pregunto «¿en qué hemos avanzado?» Han pasado setenta años y se sigue persiguiendo a personas por su orientación sexual y vemos el ascenso de formaciones políticas que abalan el pensamiento nazi y no tan lejos de aquí, en Francia, en Alemania o en Grecia. Tendríamos que preguntarnos si es factible, a día de hoy, un paso atrás en las libertades conseguidas como ocurrió en la Europa de los años 30. Quizás sea exagerado pensar así pero debemos tenerlo presente, no bajar la guardia y avanzar en la consolidación de las libertades.
    No deberíamos pen
sar que ya está todo conseguido y que no hay nada que reivindicar o hacer con respecto a los derechos de las personas LGTB, sencillamente porque no es así, lamentablemente podemos ver en el telediario imágenes que nos deberían escandalizar y horrorizar a todos.

Ángel García-Pascual
Voluntario de «Gay-Inform, Linea Lesbos, Bi, Trans»

Categorías
aceptarse homosexual Bisexuales COGAM diversidad homosexual homosexualidad en pueblos; aceptarse Línea Lesbos Mayores mundo rual salir del armario sexualidad Transexuales Visibilidad

Homosexualidad y mundo rural

    A través de nuestro servicio hemos tenido ocasión de contactar con muchas personas que viven en ciudades pequeñas y pueblos, tanto de la Comunidad de Madrid como del resto del Estado. Sus circunstancias, han sido y son, distintas de las que podemos encontrar en aquellos que viven en una ciudad grande. 
    La primera diferencia es la posibilidad del anonimato en una ciudad grande frente al hecho de que “todo el mundo se conoce” en un pueblo, La normalización de la homosexualidad y transexualidad en nuestro país no ha concluido en ningún sitio, ni en las grandes ciudades ni en las pequeñas poblaciones rurales; es una labor que llevará mucho tiempo y mucho esfuerzo de todos. Pero está claro que en una ciudad grande tienes la posibilidad de vivir tu condición sexual “sin levantar sospechas” tan solo con salir de tu barrio, seguramente muchos pensareis que no es la manera más honorable de proceder pero a muchos de nosotros nos es más sencillo y fácil actuar de esta manera y ocultar a nuestros vecinos cercanos nuestra condición y solo convertirnos en homosexuales al llegar a Chueca o a los sitios de ambiente de cualquier ciudad grande. Esta posibilidad no existe en un pueblo, suponiendo que en tu pueblo halla un sitio donde se reúnen los homosexuales y lo frecuentes, ya sabes que todo el pueblo sabrá en poco tiempo que vas por allí.
    Hoy en día sigue habiendo prejuicios sociales y la homosexualidad sigue estando estigmatizada, aunque es cierto que lo es por minorías intolerantes que no respetan a los demás y que no terminan de asumir los valores democráticos. Debemos estar alerta ante cualquier intento de revisión o retroceso en nuestros derechos.
    Vivir la homosexualidad con discreción es una opción que debe tomar cada uno libremente, porque nadie puede exigirnos que estemos justificándonos y pidiendo perdón por nuestra manera de ser toda la vida. Las burlas, la ironía o la violencia forman parte nuestro curriculum y por eso el sometimiento, la ocultación y la persecución las hemos padecido a lo largo de la historia y hoy sigue siendo así en gran parte del mundo.
    Muchas personas que nos contactan y nos hablan de sus diferentes situaciones en lugares pequeños coinciden en algunas cuestiones, por ejemplo suelen decirnos que casi nadie sabe de su condición, aunque a veces pueda ser evidente, “pero yo no lo digo…” y suelen concluir con un “ya he aprendido a vivir así” y lo que más triste me parece a mi es que estas frases no solo te las dicen personas de edad sino que hay jóvenes que tienen también asumida esa realidad.
    Es evidente que hay muchas otras personas que viven su realidad sin cortapisas, y son cada vez más, y es cada vez más habitual ver aceptada la homosexualidad y transexualidad sin ningún problema en muchos pueblos, pero siempre hay que estar atento a cualquier posibilidad de homofobia por parte de alguien.
    Desde nuestro servicio se hace difícil en muchas ocasiones ponernos en su situación sin juzgarlos y pensar que ya está todo hecho y que la normalización de las personas lgtb es total, aquí y en todas partes, pero no es así porque qué le podemos decir a alguien que nos llama desde un pueblo apartado de Andalucía y nos pregunta, con cierta ingenuidad “si es cierto que en algunos bares de la capital los camareros están desnudos o incluso los clientes pueden estar también desnudos…” más allá de que esta pregunta nos pueda parecer banal, tenemos que entender que esta persona (y no es un caso aislado os lo aseguro) está sola, muy sola, en un pueblo lejos de cualquier ciudad grande y que no tiene, ni ha tenido, posibilidades de salir de ahí.
    Naturalmente, Internet, ha sido una tabla de salvación para muchos de nosotros, porque ese aislamiento se reduce infinitamente, aunque la red no sea siempre ideal y podamos encontrar páginas homofóbicas  que pueden hacer mucho daño.
    Hace un tiempo me llamó una chica de Aranda, pueblo bastante grande, que me preguntó si era cierto que ya no editábamos la revista “Entiendes” que ella recibía por correo, le dije la verdad, ya no la editábamos porque no teníamos dinero para ello y que la íbamos a poner en nuestra web por internet…, ella me contestó llorando que “no tengo Internet y la única manera que tengo de estar al día de la actualidad del mundillo LGTB es a través de la revista que recibía de vosotros…” os imagináis la situación? Sois capaces de poneros en su piel? Y no de me digáis que os iríais del pueblo, porque no es tan fácil.
    Nos escribió una persona, por correo electrónico, desde un pueblo de Ciudad Real con cuarenta y cuatro años que nos pedía ayuda porque “llevo muchos años encerrado en un cuerpo que no quiero” en su pueblo no tenía posibilidad de contárselo a nadie y “necesito ayuda para saber que debo hacer y como hacerlo”. También nos indicaba que cuando estaba sola se vestía de mujer pero no siempre porque vive con su madre, además estaba en el paro y no tenía recursos para operarse… 
    Podríamos seguir poniendo muchos ejemplos más, los que os he relatado son verdaderos aunque no hemos puesto nombres y los sitios no son exactamente esos para preservar la intimidad de estas personas.
    Vivir en una población pequeña donde todo el mundo se conoce no es fácil y se puede convertir en una verdadera cárcel para muchos de nosotros, tendríamos que intentar salir de las grandes ciudades e intentar acompañar a estas personas para que puedan tener una vida más libre.

Ángel García-Pascual
Voluntario de «Gay-Inform, Línea lesbos, Bi, Trans»

Categorías
Bisexuales COGAM diversidad F26D Gay Inform homosexual Lesbianas Manifestación Orgullo 2014 Mayores Transexuales transexualidad Visibilidad

2015: LA LUCHA CONTINÚA

Se acaba el 2014 y deja, para los anales del movimiento LGBTQ español, sucesos que, sin riesgo de exagerar, podemos calificar de históricos. A 2014 lo recordaremos por las nuevas conquistas, muchas de las cuales eran impensables hace apenas unos años. Pero, también, por los muchos sinsabores que nos recuerdan que la agenda por los derechos LGBTQ está tan vigente como el primer día y que la lucha debe continuar con el mismo afán.
Digo histórico y pienso, ¡cómo no!, en la recepción que los reyes Don Felipe y Doña Letiziaofrecieron, en junio, a representantes de distintas entidades sociales: por primera vez miembros de organizaciones de gays, lesbianas, bisexuales y transexuales fueron recibidos por nuestros jefes de Estado. Y esto en lo que alguna vez fue la residencia oficial de Francisco Franco, que criminalizó y hostigó a los homosexuales a través de la Ley de Vagos y Maleantes.
En febrero, el Congreso de los Diputados declaró, por unanimidad, al 2014 “Año por elreconocimiento de los derechos humanos de las personas LGBT” y condenó la persecución y criminalización del colectivo en cualquier lugar del mundo.Ese mismo mes, en Madrid,la apertura del centro social de la Fundación 26 deDiciembre, orientada a atender las necesidades de nuestros mayores,uno de los colectivos LGBTQ más vulnerables y abandonado, hacía realidad un sueño largamente esperado. La fiesta del orgullo reunió en julio a más de un millón de personas en las calles de Madrid y volvió a ser la manifestación más multitudinaria a nivel nacional, muy a pesar de los ya tradicionales intentos de sabotaje por parte del gobierno regional: fue un nuevo pulso contra los prejuicios oscurantistas de algunos cargos políticos en el que la dignidad, como dijimos en su momento, volvió a ganar.
Desde Andalucía, y algo después Canarias, 2014 trajo buena luz sobre la población transexual, al aprobarse en sus respectivos parlamentos leyes que despatologizan la transexualidad e intentan garantizar los derechos del que ha sido, por ignorancia y prejuicios, el grupo más olvidado y discriminado. Madrid, en cambio, fue la nota discordante al bloquear el Partido Popular (PP), en mayo, la tramitación de la proposición de Ley “reguladora del derecho a la identidad de género y a su libre desarrollo sin discriminación”.
En octubre Cataluña marcó un hito al aprobar, con los votos en contra del PP, la “Ley de derechos de las personas lesbianas, gays, bisexuales y transexuales (LGTB) y para la erradicación de la homofobia, la lesbofobia y la transfobia”. A ésta precedió, en abril, una norma en Galicia contra la discriminacióncuyo texto final terminó siendo, más que una ley, una declaración de principios sin mayores posibilidades de trascendencia, al quedar eliminadas las sanciones propuestas en el proyecto original por presiones del PP. A nivel nacional, y gracias una vez más al bloqueo del partido de gobierno, ni la propuesta para impulsar una “Ley integral contra la LGTBIfobia y por el respeto a la diversidad sexo-genérica” ni la de una Ley integral de transexualidad llegaron a buen término.
En 2014, la crisis económica continuó sirviendo de excusa para cercenar derechos a la población LGBTQ, especialmente en lo que se refiere a atención socio-sanitaria. Así por ejemplo, en el mes de noviembre se oficializó la exclusión de las mujeres sin pareja varón en los servicios de reproducción asistida del Sistema Nacional de Salud. Por su parte, los recortes continuaron afectando a buena parte de la población diagnosticada con VIH y a las necesarias campañas de información y prevención.
A mediados de diciembre, el Ministerio del Interior presentó el primer protocolo de actuación policial para erradicar la discriminación y la violencia por delitos de odio. Es nuestro deseo que ésta sirva para luchar de forma más efectiva contra este tipo de actos que, de acuerdo a cifras del propio organismo –presentadas por primera vez este año-, se ceba con especial saña sobre las minorías sexuales: de un total de 1.172 incidentes registrados en 2013, 452 fueron por causa de la orientación o identidad sexual de la víctima. Todo parece indicar que 2014 cerrará con un incremento importante de estos ataques: durante todo el año nos han llegado noticias de agresiones, algunas de tal gravedad que han requerido de intervenciones quirúrgicas o han dejado, además de las psicológicas, secuelas físicas permanentes. Han ocurrido, incluso, en el propio barrio de Chueca, corazón de la vida LGBTQ de Madrid.

Estos ataques representan, para quienes día a día luchamos por un mayor respeto a la dignidad humana, la parte más macabra del balance. La que, en la España de 2014, no debería ya aparecer. Pero está allí, haciendo sonar las alarmas, no para atemorizarnos y hacernos renunciar a nuestros derechos (como seguramente es la intención de más de uno de los atacantes) sino para recordarnos, una vez más, que aún en tiempo de cosechar lo trabajado, la lucha continúa. Desde el Servicio de Información de COGAM seguiremos, en 2015, aportando nuestro granito de arena en esa descomunal batalla por un mundo más humano, más digno y respetuoso con la diversidad.
Por Moisés Martín
Categorías
COGAM Gay Marta Pascual Mayores LGTB salir del armario sexología sexualidad Visibilidad

ADOLESCENCIAS TARDÍAS

Hombres y mujeres homosexuales de diferentes edades unidos por una vivencia común, una nueva etapa en la que se encuentran que les hace sentirse extraordinariamente bien o no: su adolescencia tardía.
    ¿Qué ocurre cuando uno tiene 40 años, o 50 o 60 y decide que por primera vez se va a dar la oportunidad de ser aquella persona que en realidad es? No es que se sienta poseído por una nueva identidad sino que esa que permaneció amarrada, oculta en su interior se abre camino y siente el permiso para expresarse por fin.

    Cuando ese sentimiento llega lo hace con una fuerza imparable y ni la propia persona es capaz de frenarla. Puede que despierte por un estímulo exterior, algo ocurre fuera que te desequilibra y tomas conciencia de que el momento ha llegado. Puede ser una persona, un hecho o una experiencia vital que te lleva a plantearte qué quieres vivir y quién quieres ser… por fin.
    No importa el cómo sino el dónde nos coloca. La emoción y las ganas de vivir por fin tu identidad, de dejar de ser tu mayor desconocido y empezar a ser tú crea una activación interior que te arrolla y te catapulta al exterior. Y aquí empieza todo. Es una etapa nueva, de descubrimientos, de búsquedas y de nuevos códigos. Quieres relacionarte, conocer a tus iguales y formar parte de ellos. A la vez quieres sentir y experimentar todo aquello que tanto negaste. Sentir el deseo, expresarlo, vivir las atracciones por el otro y también los enamoramientos, preparado para todo lo que tenga que venir.
    Esta nueva etapa es un momento de revolución y de transformación vital y como todos necesita de un tránsito. A veces es vivida como el paso de un extremo a otro como quien se pasa toda su vida a dieta y un buen día se da el permiso para quitar la restricción… quiere probarlo todo, olerlo, sentirlo, digerirlo… Puede que le lleve al otro extremo, es normal el paso de un extremo al otro y puede que entonces tenga atracones e indigestiones varias… aprenderá a comer, sin duda, es un proceso que requiere de un tiempo.
    Como tal adolescencia es un momento de búsqueda de identidad y de conductas que tienen que ver poco con la razón y mucho con la autoafirmación y las emociones.
    Puede darse expresiones que tienen que ver con la exaltación, las ganas de experimentar, ensayo y error,  que se traducen en relaciones breves y cambiantes, bajo nivel de compromiso, apertura a tipos de relaciones nuevas, enganche a estímulos fuertes y excitantes, relaciones basadas en la admiración e idealización por el otro… ¿no nos suena todo esto realmente a adolescencia?
    Hombres especialmente de 40 o 50 años que empiezan su vida como gays y rompen con todo. Abandonan viejas estructuras y redes para crear nuevas que se lanzan a conocer a otros hombres, maduros o jóvenes con quienes  celebrar  la asunción de su nuevo estatus. Que no salte ninguna alarma, no creemos estados de excepción… todo lo que les está pasando es absolutamente normal. Las experiencias son regalos que nos trae la vida y por más ridículas o extremas que parezcan, todas tienen sentido.
    Tienen que ver con mecanismos adaptativos que se producen como respuesta a procesos internos muy profundos de cambio. La única dificultad puede ser que nos quedemos ahí, que nos identifiquemos tanto con esa etapa que sintamos que ese es nuestro lugar.
    Igual que la adolescencia da el relevo a la etapa adulta así entiendo que estos hombres y estas mujeres que en ella se encuentran un día pasarán a la siguiente y la recordarán con la chispa que tuvo.
Avanzar como siempre es lo importante, pero hacerlo desde lo vivido y experimentado, sin negar nada y aceptando cada tiempo como viene y con lo que nos ofrece.
    Cuando pase la agitación y la tormenta llegará la pausa y el cielo abierto para crear nuevas relaciones, nuevos vínculos y para sentir que estamos en nosotros y que estamos realmente vivos. Adelante con ello.
Por Marta Pascual – Sexóloga y Psicóloga
Espacio Sexológico
Perfil Facebook