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MANIFIESTO DE COGAM POR EL DIA MUNDIAL DEL SIDA

Este 1 de diciembre, en Cogam (Colectivo LGTBI+ de Madrid) volvemos a conmemorar el Día Mundial del Sida, la enfermedad causada por el VIH. Pese a los innegables avances que ha habido en estos 40 años de epidemia, hay que recordar que en España viven entre 140.000 y 170.000 personas  con el virus (datos del Ministerio de Sanidad de 2020, por lo que la cifra real seguramente se acerque más a la parte alta de la horquilla) ), y que en el último año con datos se notificaron casi 2.000 diagnósticos, una cifra que cuando se complete el registro va a superar las 3.000 personas con la infección. Esta realidad nos obliga a seguir trabajando para frenar e intentar erradicar este problema de salud pública. 

Para ello reclamamos a las Administraciones, muy especialmente a la de la Comunidad de Madrid, las siguientes medidas.

La primera de estas actuaciones debe ser una promoción a todos los niveles de las medidas para evitar la transmisión del VIH. Ello pasa por una formación continua a la población desde la edad escolar hasta la adulta, que debe ser la herramienta principal para frenar el virus, pero también para combatir con información el estigma al que se enfrentan las personas afectadas. 

Es especialmente importante formar a los profesionales sanitarios en estrategias como la profilaxis pre-exposición (PreP, la medicación que evita adquirir el virus), facilitando los trámites y ampliando la dispensación de este tratamiento. Necesitamos una asignación adecuada de recursos para implementarla  de manera eficiente. Queremos que todas las personas que la necesitan puedan beneficiarse de ella, y eso incluye nuevas opciones, como el uso de cabotegravir inyectable, que ya han sido aprobadas en Europa.

Además, hay que reclamar que acaben las reticencias para dispensar la llamada profilaxis post exposición (PeP, tratamiento que se toma después de una relación de riesgo para evitar la infección), y acelerar la llegada de los tratamientos novedosos.

Hay que garantizar el acceso a la prueba y a los tratamientos de todas las personas que lo necesiten. Por ejemplo, las barreras administrativas como exigir un tiempo mínimo de empadronamiento a las personas migrantes para ser atendidas o las dificultades que surgen si cambian de comunidad autónoma de residencia retrasan que reciban la atención que requieren y a la que tienen derecho. En este sentido, es indispensable que la Administración informe adecuadamente a las gerencias de los diferentes hospitales que no se debe exigir la tarjeta sanitaria para acceder al tratamiento, y que no pueden facturar por este tipo de atenciones médicas.

No podemos permitir que la estigmatización y la discriminación continúen dañando nuestra salud mental. Exigimos que se fortalezcan los recursos existentes para el cuidado de ésta. Es indispensable una atención integral de las personas con VIH para reducir los problemas psiquiátricos que puedan experimentar, tanto por el virus en sí como por las enfermedades que éste puede favorecer y, muy especialmente, por los prejuicios y discriminaciones que sufren quienes viven con VIH.

Pedimos a las Administraciones una política decidida para tratar el chemsex, que ya ha sido declarado un problema de salud pública. Para ello, es necesario más formación de profesionales en el fenómeno desde la atención primaria a los centros de atención a las drogodependencias (CAD), y la creación de más centros para la atención multidisciplinar de las personas usuarias de esta práctica. 

También hacen fata campañas y políticas específicas para los grupos de población más vulnerables al virus, como aquellos gais, bisexuales y otros hombres que tienen sexo con hombres sin protección, además de otros colectivos como el de las personas trans, migrantes y jóvenes. Hay que insistir en el mensaje de que tener una carga viral indetectable en sangre hace que el no se transmita el VIH (Indetectable=Intransmisible, I=I).

Es fundamental reconocer el papel esencial de las organizaciones comunitarias en la prevención y detección del VIH y otras infecciones de transmisión sexual (ITS), y debemos eliminar las barreras legales absurdas que dificultan esta labor, impidiendo el cribado de otras ITS o la realización de las pruebas de VIH más eficaces que existen en el mercado. La detección temprana es crucial para un tratamiento efectivo. Del mismo modo, instamos a una mayor inversión en investigación médica y científica para encontrar una cura para el VIH y mejorar los tratamientos existentes, con precios asequibles y accesibles a la ciudadanía.

No descansaremos hasta que se hagan realidad estas demandas. Es hora de que se escuche nuestra voz y se respeten nuestros derechos.  Juntos, podemos lograr un cambio significativo en la  prevención del VIH. ¡Ya es hora de actuar!