La labor de los colectivos LGBTI+ en las aulas es muy importante para plantar la semilla del respeto y la empatía, para despertar el interés por la diversidad en el alumnado. Llegamos con nuestros talleres sobre diversidad afectivo-sexual, revolucionamos sus ideas sobre identidad de género, amor o sexualidad, les abrimos los ojos frente al acoso LGBTIfóbico, frente al machismo, frente a la discriminación. Durante unos días est@s alumn@s se convierten en expertos en género, en adalides de la diversidad sexual. Sin embargo, todo este entusiasmo se va diluyendo con el paso del tiempo, se ve arrastrado por la rutina diaria de estudios, amoríos adolescentes y vida social. Así que, cuando COGAM, SOMOS, Arcópoli, LAMBDA o cualquier otro colectivo que imparte talleres contra la LGBTfobia se va, ¿cómo podemos lograr que nuestra labor no acabe en un cajón polvoriento de la memoria de est@s chavales?
Joaquín Álvarez a través de las tutorías LGBTI+H y la ONG “It Gets Better”, con su programa “Alianzas X la Diversidad”, nos presentaron dos proyectos clave que, junto con los talleres de las asociaciones LGBT+ en los centros educativos, en unos años podrían lograr unas aulas libres de LGBTfobia, de discriminación y de miedo.
TUTORÍAS LGBTI+H
Las tutorías LGBTI+H suponen un proyecto de innovación educativa que busca acabar con el sufrimiento del alumnado no heterosexual implicando al alumnado heterosexual. En muchos casos, frente a los insultos habituales (puta, maricón) o al acoso continuado, el grueso del alumnado no actúa por miedo al estigma, a verse señalados, de ahí la importancia de incluir a estudiantes heterosexuales que quieran participar.
Otro principio de este proyecto es que, al ayudar a los demás, nos ayudamos a nosotr@s mism@s: l@s chavales se sienten parte de un movimiento, se empoderan, encuentran aliados, iguales, obtienen un espacio libre y seguro donde no se les juzga.
Dentro de estas tutorías hay dos objetivos clave: información y afecto. Que el alumnado (tenga la identidad de género o la orientación que sea) tenga acceso a información sobre diversidad sexual y de género, acabar con prejuicios y, sobre todo, que sientan el afecto y respeto de sus compañer@s, que se sientan incluidos.
Para que funcionen de la forma más eficaz, la implicación del centro escolar, del profesorado, de la dirección y de las AMPAS es imprescindible. En especial los padres y madres no pueden, ni deben, quedarse al margen, tienen que implicarse en la defensa de los Derechos Humanos y en la formación como personas de sus hijas e hijos.
Las tutorías LGBTI+H fueron creadas e implementado hace años en el IES Duque de Rivas (Rivas-Vaciamadrid) por el profesor Joaquín Álvarez y en la actualidad ya se ha extendido a otros 6 centros educativos de la Comunidad de Madrid.
ALIANZAS X LA DIVERSIDAD
Álvaro Ros (presidente de “It Gets Better España”) y Adrián Martínez (organizador de eventos de “It Gets Better España”) fueron los encargados de presentarnos “Alianzas X la Diversidad”. La idea básica es la creación de un club, un espacio de reunión creado, organizado y gestionado por y para l@s alumn@s LGBTI+H del centro escolar.
Esta idea nace de las Gay-Straight Alliances (Alianzas Gay-Hetero) de EE.UU. y Holanda, que son grupos de alumnado LGBT y heterosexuales que se reúnen, organizan eventos, socializan… Lo que une a estas alianzas de alumn@s es su interés por la diversidad y la necesidad de un espacio seguro en el que sentirse ell@s mism@s, poder expresarse libremente sin que nadie les juzgue. En este contexto, los participantes no sólo se reúnen para conocerse, hablar y socializar, sino que organizan actividades, talleres y llevan a cabo iniciativas de las que se beneficia todo el centro.
Estas Alianzas ayudan a normalizar la diversidad en el centro educativo, empoderan al alumnado y les ayuda a mejorar su desarrollo afectivo. Además, l@s estudiantes implicados se forman en diversidad, aprenden a organizarse, a ser responsables, a autogestionarse…
¿Cómo puedo implementar una AxD en mi centro?
El procedimiento es fácil: “It Gets Better” presenta el proyecto al centro escolar (o bien el centro interesado se pone en contacto con la ONG), un profesor/a se presenta voluntari@ para ser el responsable y actuar como enlace entre la Alianza y la ONG, ayudando a l@s estudiantes a conseguir un espacio, proporcionarles apoyo institucional y mantener informada a la ONG. En cualquier caso, son los integrantes de la Alianza los que proponen y organizan las actividades.
Actualmente ya hay en funcionamiento varias AxD en España: dos en Madrid, una en Santiago de Compostela y otra en Málaga, además de grupos piloto en otros centros.
Implicar a tod@s en la lucha por la diversidad
Tanto en las tutorías LGBTI+H como en las Alianzas X la Diversidad, es primordial lograr la implicación de tod@s. Profesorado, madres, padres, instituciones y alumnado.
El alumnado heterosexual también sufre los estereotipos de género y, a menudo, LGBTfobia. En segundo lugar, no se puede conseguir el fin de la discriminación de una minoría sin implicar a la mayoría restante. En tercer lugar, es frecuente que l@s alumn@s heterosexuales que participan en este tipo de proyectos sean estudiantes que, por una u otra razón, sufren acoso y discriminación. En estos grupos encuentran espacios libres de prejuicios, espacios seguros donde ser ell@s mism@s. Porque, aunque tanto las tutorías LGBTI+H como las AxD nacen con la idea de acabar con el acoso escolar LGBTfóbico, una vez creadas tienen un objetivo mucho más sencillo: mejorar la vida de l@s adolescentes durante una época crucial de su vida. Enseñarles a ser buenas personas, a respetar a y empatizar con quien es diferente. Y eso puede aplicarse a alumn@s LGBT+, a alumn@s extranjeros, a alumn@s de minorías raciales o a alumn@s que no encajan en los roles de género.
Como bien dice Joaquín: el problema no es que haya un estudiante homosexual en el aula. El problema es que haya un estudiante homófobo.
José Vela, uno de los miembros más activos del grupo de Educación, escribía hace un par de días este artículo(que reproducimos íntegro) en el diario digital BEZal respecto de la falta de respeto, empatía y, en conjunto, ausencia de valores que, a veces, nos encontramos en las aulas:
Desde el grupo de Educación del Colectivo COGAM, entre otras actividades, formamos a las futuras y futuros dinamizadores que impartirán talleres de prevención de LGBT-fobia. Hace tiempo que nos dimos cuenta de que lo más importante, el valor fundamental en el que se fundamenta cualquier taller de prevención o de intervención, es la empatía y el respeto. Mi amigo y compañero Dani nos recordaba en una formación cómo, en muchas ocasiones, los talleres no pueden cubrir todos sus objetivos porque encontramos que nos falta la base esencial. En algunos centros la carencia trabajo en valores es preocupante. No se puede trabajar el respeto al otro, al diferente, si no se han transmitido unos mínimos valores de respeto y, sobre todo, de empatía a lo largo de la escolarización. En estas ocasiones, dedicamos el taller a explicar que las compañeras y compañeros son personas y sienten como cada uno.
¿En qué momento alguien moralmente sano puede pensar que va a tener a la opinión pública de su parte cuando le tomas al pelo a alguien, este te responde con una bofetada, le denuncias y anuncias que esperas que pierda su trabajo gracias a ésta?
Después de años impartiendo talleres adquieres la capacidad de detectar en el alumnado, en minutos, cuándo hay cohesión, respeto, y capacidad de ponerse en el lugar del otro. Qué siente la otra persona cuando ocurre tal cosa. Este pequeño detalle es la piedra angular del éxito de toda intervención educativa. Desde eliminar el fracaso escolar hasta limpiar de racismo nuestros colegios. Todas dependen de la empatía. Tan importante es que las sucesivas leyes educativas españolas lo han ido recogido en sus articulaciones. La formación integral de la persona se debe trabajar desde primaria pues el aprendizaje en valores es fundamental. La Institución Libre de Enseñanza del año 1876 ya lo recogía.
Desde este planteamiento denunciamos, todas las personas que nos dedicamos a la educación, que es necesario cumplir con la ley a la hora de la formación integral del menor como persona para evitar problemas como la LGBT-fobia, el racismo, el sexismo o el clasismo. Además, la mera convivencia en sociedad depende de individuos equilibrados y sanos más allá de sus conocimientos académicos. Situaciones como la del recientemente bautizado Youtuber Caranchoay la del humorista Jorge Cremades nos hace pensar que nos queda mucho camino. Uno considera legítimo insultar a un señor para llenar de contenido su canal de Youtube con bromas y el otro, no ve nada malo en videochistes machistas siempre y cuando aumenten sus seguidores. ¿En qué momento alguien moralmente sano puede pensar que va a tener a la opinión pública de su parte cuando le tomas al pelo a alguien, este te responde con una bofetada, le denuncias y anuncias que esperas que pierda su trabajo gracias a ésta? ¿Dónde estaba Cremades cuando la población se conmovía con las violaciones y acosos a mujeres ebrias en las fiestas populares este verano, como para para hacer un chiste sobre ello o no retirarlo si se hizo? Según el Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad, el recuento hasta septiembre de 2016 nos habla de 32 victimas mortales de violencia de género. Y solo cuenta parejas. Como para reír chistes sexistas estamos.
Una parte de España reía ante los chistes sobre mujeres maltratadas de los famosos humoristas Martes y Trece y otra parte lo sufría como una agresión más.
Entiendo que para ser una estrella mediática hace falta un ego muy grande pero no tanto como para que no se pueda ver al resto de la sociedad. Como sociedad hemos aprendido mucho. Una parte de España reía ante los chistes sobre mujeres maltratadas de los famosos humoristas Martes y Trecey otra parte lo sufría como una agresión más. Años más tarde, el dúo ha manifestado en múltiples situaciones su arrepentimiento ante esa actuación en concreto. Hizo falta la sádica muerte de Ana Orantes en 1997 para despertar a Españay ver que no era cosa de broma. Que no se nos olvide que sentir el dolor ajeno, empatizar y respetar al otro forma parte de los elementos que constituyen a una buena persona, las personas que queremos en nuestra sociedad. Todos queremos hijas e hijos morales y sabemos que los valores se aprenden. No todo vale en el humor.
Y cierro con otro comentario, esta vez por Facebook, el de la persona detrás del blog de humor feminista Palomitas en los Ojos: “Cada vez estoy más de acuerdo con lo Políticamente Correcto”. Sobre todo, porque esto significa no reírse de personas en una situación desfavorecida respecto a mis privilegios. Esto es lo primero que debemos aprender.
En las últimas semanas, ha llegado a los centros educativos de Madrid un documento que señala, acusa y ataca directamente a organizaciones como el Grupo de Educación de COGAM, que desde hace 18 años trabaja para prevenir el acoso escolar LGBTfóbico y la violencia de género.
Queremos hacer constar que el Grupo de Educación de COGAM rechaza frontalmente ataques falaces y no fundamentados contra la labor educativa que realiza. En nuestras intervenciones trabajamos para construir una sociedad más justa e igualitaria, sin imponer ninguna clase de ideología, vulnerar derechos, desorientar al alumnado, adoctrinar, ni liquidar la libertad de enseñanza. Es más, consideramos muy grave el hecho de que se anime a las familias a solicitar a las Administraciones educativas que no se incluyan contenidos referentes a la diversidad familiar y afectivo sexual, que creemos imprescindibles para paliar la lacra social de la violencia de género y las agresiones por motivos de orientación sexual e identidad de género.
Desde nuestro Grupo de Educación hemos constatado que esta visión alarmista, intolerante e irrespetuosa es claramente minoritaria, dado el elevadísimo número de institutos de Educación Secundaria y otras entidades que solicitan nuestros talleres, así como la cálida acogida que recibimos por parte de alumnado y profesorado. Nos respalda, asimismo, una legislación sensible a la evolución de la sociedad que pretende, precisamente, que no existan personas de segunda categoría en materia de derechos sociales. Si bien se están tomando las medidas legales necesarias contra esta propaganda reaccionaria, creemos conveniente evitar confrontaciones y falsos debates que den más relevancia de la merecida a esta opinión caduca y minoritaria.
Por todos estos motivos, las personas que formamos el Grupo de Educación de COGAM seguiremos trabajando, ahora más que nunca, para lograr que la diversidad se entienda como un valor que nos enriquece y para conseguir que en nuestra sociedad todas las personas podamos desarrollarnos plenamente, sin miedos, prejuicios, exclusión o violencia de cualquier índole. Seguiremos trabajando para que, desde nuestras diferencias individuales, construyamos una sociedad que no mire a nadie con desprecio, sino que nos acoja y nos permita vivir en libertad. Os animamos a convertir la indignación en ilusión y a luchar a nuestro lado por esta causa.